LA PROVINCIA

Juego de sumas y restas para un proyecto clave

En el gobierno bonaerense existe por estas horas una certeza con forma de máxima: “Si vuelve a Diputados, no sale más”. La referencia apunta al controvertido proyecto de ley de creación de las Policías locales, un instrumento de gestión que, por estas horas, aparece rodeado de más intrigas que seguridades.

El paso de la iniciativa por la Cámara baja dejó, más allá de la pelea por su paternidad en la que participan sectores ultra K como Nuevo Encuentro, la administración de Daniel Scioli y el massismo, varias polémicas sin clausurar.

Esas tensiones se suman a las debilidades objetivas que el Frente para la Victoria anota en el Senado. Allí, donde las fugas hacia el Frente Renovador han mellado su poder, ni aún con sus aliados el oficialismo estaría en condiciones, a priori, de imponer condiciones para aprobar la ley.

Existe una idea moyoritaria en el Frente para la Victoria de intentar avanzar sin cambios en el proyecto, por aquél convencimiento de que un retorno a Diputados podría terminar trabando definitivamente esta herramienta que reclama Scioli. Hubo una suerte de promesa al Gobernador en la reunión que mantuvo con la bancada oficialista, de que se haría el intento en ese sentido.

Pero los números y las discusiones sin saldar, aparecen como dos obstáculos difíciles de sortear.


El financiamiento


Si bien el proyecto aprobado en Diputados contiene varios puntos conflictivos -entre ellos las restricciones de la fuerza para detener por averiguación de antecedentes, el pase de dependencias policiales a manos de los intendentes y el hecho de que los futuros agentes de seguridad municipales no puedan portar armas-la cuestión que aparece en el centro de todas las miradas tiene que ver con el financiamiento de las Policías locales.

Se trata de un punto central de preocupación de los intendentes. La letra que llegó de Diputados habla de giros por parte de la Provincia en función de la cantidad de población  y en el último día de cada mes.

Pero los massistas y no pocos alcaldes quieren que esa transferencia de recursos sea por coparticipación, es decir, en forma automática.

En rigor, esa discusión estuvo a punto de hacer naufragar el paso del proyecto por Diputados. El ex intendente de Berazategui, Juan José Mussi, se levantó disconforme de la sesión y recién retornó luego de una llamada del ministro de Seguridad, Alejandro Granados.

En el bloque oficialista anotaban además la sugestiva ausencia en la sesión del diputado y ex intendente Alfonso Regueiro, y dejaban trascender que uno de los jefes comunales que más operó para modificar ese artículo habría sido el de Lanús, Darío Díaz Pérez.


Un pase de magia


Aún con aquellos contratiempos, el sciolismo evaluaba como una victoria política el avance de la Policía local en Diputados. Pero ahora se arriesga en el Senado a que aquella lectura se escurra entre los dedos.

Las frías matemáticas indican  que el oficialismo no tiene número para transformar en ley el proyecto de creación de las Policías locales.

Aún con el concurso de sus dos posibles aliados como Mario Ishii y la esposa de Martín Sabbatella, Mónica Macha, no logrará arrimarse a la cifra mágica de 23 voluntades con las que podría imponer mayoría para dar luz verde a la conformación de la fuerza de seguridad local que quedará en manos de los intendentes.

Pero en ocasiones, las matemáticas también pueden fallar. Y un juego de sumas y restas podría modificar esa tendencia a priori desfavorable para el oficialismo. Dependerá de la muñeca negociadora de las principales espadas del FpV el rumbo final del proyecto que podría intentar abordarse el jueves que viene.

Por lo pronto, el massismo se apresta, con sus 20 senadores, a forzar la reforma del artículo del financiamiento. Si lo lograra, la sensación de victoria política que por estas horas vive el sciolismo se deslizaría sin escalas a los bolsillos de Sergio Massa.

La clave pasa por la actitud que adoptará el resto de los senadores: los tres radicales, el representante del GEN (el sector de Stolbizer) y la denarvaísta Nidia Moirano.

Varios de ellos se han expresado en contra del proyecto. Pero una cosa es votar en contra, otra es ausentarse y una tercera implica abstenerse.

El oficialismo necesita como el agua que estos senadores no formen masa crítica unánime con el Frente Renovador. De eso dependerá si el jueves habrá o no ley de Policías locales en el Senado.

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