La directora general de Educación bonaerense, Nora de Lucía, ratificó ayer que la negociación salarial con los sindicatos docentes de la Provincia se debatirá en febrero, después de que la Nación fije el “sueldo testigo” para el maestro de grado -un parámetro, en cuanto al nivel de aumento que se le aplique, no sólo es utilizado con los docentes sino, en líneas generales, con todo el universo de empleados estatales.
La funcionaria, que también se mostró “optimista” en alcanzar un acuerdo con los docentes, tuvo esos conceptos mientras maestros y el resto de los estatales siguen reclamando el inmediato inicio de las discusiones paritarias. Un arranque que el gobierno de Daniel Scioli prometió para “la segunda quincena de enero” (para empezar a negociar lo que denominó “aspectos técnicos”, no salariales), pero al que todavía no le puso fecha.
Por lo pronto, De Lucía modificó la expresión “segunda quincena de enero” por “los últimos días de enero”. Un “cambio” de expresión que, en rigor, tiene lógica, ya que, como se dijo, todavía no se puso fecha y el lunes próximo arrancarán los últimos diez días del mes.
“En los últimos días de enero vamos a estar hablando de todos los temas de educación con las organizaciones gremiales y en febrero, después de que la Nación fije el piso, vamos a abordar la cuestión salarial”, dijo la titular de Educación, para asegurar que con los docentes del Frente Gremial (Suteba, Feb, Uda, Amet y Sadop) “mantenemos un permanente diálogo”, en el que basó su “optimismo” sobre un acuerdo en las paritarias.
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