El kilo de pan saltó de 16 a 26 pesos en panaderías porteñas y del conurbano en los últimos días tras quintuplicarse el valor de la bolsa de harina de 50 kilos, y los industriales discrepan sobre si bajará o se mantendrá en ese nivel en las próximas semanas.
El valor de la bolsa de harina se ubicaba en 70 pesos a fines de septiembre y subió sin freno hasta alcanzar los 380 pesos a principios de este mes, y hasta 420 en el interior del país.
El titular de la Federación Industrial Panaderil (FIPBA), Emilio Majori, consideró que el precio del pan, uno de los alimentos clave en la mesa de los argentinos, debería subir hasta los 28 pesos para que los panaderos puedan cubrir el costo de producción.
Majori señaló que producto de la suba ya registrada se notó una caída de “entre 20 y 25 por ciento” en el consumo de pan en “lugares donde verdaderamente es una necesidad”, como los barrios más pobres.
Según Majori, la industria está “relegando utilidades” para intentar que cambie la situación de caída en las ventas, producto del repentino aumento del precio, mientras que el Gobierno asegura que el kilo del producto está en 10 pesos. Insistió el empresario con que sólo quedó como una “anécdota” el kilo de pan a 10 pesos que impulsa el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
En cambio, el titular del Centro de Industriales Panaderos de la Ciudad de Buenos Aires, José Álvarez, pronosticó que el precio del pan se normalizará en los próximos días, cuando descienda el costo de la harina por el ingreso de la nueva cosecha de trigo a molienda.
Álvarez dijo que “no tendría que haber aumento” en el precio del pan porque ya se reflejaron “importantes bajas” en la harina, y aún falta que descienda más.
El dirigente señaló que el precio de la bolsa de harina para la producción de pan “continuará bajando”.
POR LAS NUVES
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