Con la áspera discusión por el calendario electoral bonaerense aún sin saldar, el kirchnerismo y Axel Kicillof parecen enfrascados en otro enfrentamiento. Lo que está en debate no tiene que ver con los comicios de medio término sino con recursos que podrán disponer los municipios y la propia Provincia en lo que resta del año.
Hace 10 días, un grupo de intendentes ultra K fueron a reunirse con Kicillof. Allí estuvieron Mayra Mendoza (Quilmes), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Gustavo Menéndez (Merlo) y Federico Otermín (Lomas de Zamora). En medio del enfrentamiento que mantiene el mandatario bonaerense con el kirchnerismo, pareció un gesto de distensión.
Allí se habría acordado avanzar en la Legislatura con un pedido de endeudamiento de la Provincia por el equivalente en pesos a 1.200 millones de dólares, una aspiración del Ejecutivo que quedó trunca al fracasar, a fin de año, la aprobación del Presupuesto 2025.
De acuerdo con lo indicado por fuentes oficiales, parte del acuerdo suponía condonar las deudas que las comunas tienen con el Ejecutivo desde la época de la pandemia cuando fueron asistidas por el Gobierno provincial. Se trata de unos 7.900 millones de pesos.
El gobierno de Kicillof estaba en pleno trámite para enviar el proyecto a la Legislatura, pero el kirchnerismo se le adelantó. Convocó a las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Municipales para despachar esa iniciativa y votarla en la Cámara de Diputados la semana próxima.
La movida fue celebrada en las redes sociales por los intendentes que se habían reunido con Kicillof. Hay quienes interpretan que se trató de una ironía cargada de fuerte condimento político.
En el Gobierno provincial hay enojo y desconcierto. Dicen que el acuerdo era otro y que incluso se había avanzado en ese sentido durante un encuentro que mantuvieron el ministro de Economía, Pablo López, con el presidente de la comisión de Presupuesto, el diputado Juan Pablo de Jesús. La idea, dicen, era “votar todo en un mismo proyecto”.
De Jesús fue quien presentó el proyecto de condonación de deudas. Cercano a Martín Insaurralde, forma parte del acuerdo político entre sectores del PJ con La Cámpora. “Si no cumplen será que quieren romper. Y si quieren romper, que lo hagan, pero que no se escondan más en supuestas buenas intenciones”, disparan desde la Gobernación.
Kicillof está dispuesto a otorgar ese beneficio a los distritos, pero pretende asegurarse una autorización para salir a tomar deuda. Todo en el mismo acto, como para asegurarse de que la interna peronista no le frene esa iniciativa, tal como ocurrió en diciembre.
En medio de esa tensión política que no cede, el proyecto para condonar deudas a las comunas podría votarse el miércoles en la sesión de la Cámara de Diputados. En principio, la negociación global que se llevaba adelante contemplaba que parte del endeudamiento fuera destinado a la creación de un fondo para municipios.
Hacia finales del año pasado, la oposición y sectores del peronismo querían que el fondo fuera del 16 por ciento del total que se iba a autorizar. Kicillof, en ese momento, se había plantado en un máximo del 10 por ciento. Al final, producto de otras negociaciones paralelas que tenían que ver con cargos en diversos organismos que reclamaba la oposición, el acuerdo se terminó evaporando. En ese desenlace pesó además la interna que se libra en el peronismo y que se sigue profundizando.
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