Un brote de fiebre tifoidea afectó a 17 personas en Ciudadela, Tres de Febrero, debido a la contaminación de tanques de agua de dos edificios con agua de pozo sin supervisión sanitaria. Los análisis confirmaron la presencia de la bacteria Salmonella Typhi. En medio del brote en la localidad bonaerense, expertos aseguraron que la fiebre tifoidea se transmite por alimentos y agua contaminados.
El médico Juan Carlos Cisneros, infectólogo y subdirector del Hospital de Enfermedades Infecciosas Francisco Javier Muñiz, explicó: "la fiebre tifoidea es una infección bacteriana grave que se propaga a través del consumo de agua o alimentos contaminados con Salmonella Typhi (S typhi)".
"Existen varias salmonellas, pero la Typhi es la más peligrosa y la única que provoca diarrea. Esta bacteria solo vive en el ser humano, por lo que las personas infectadas pueden ser portadoras, transmitiendo la enfermedad a otras a través de sus heces", resaltó.
La urbanización, la falta de control del agua, el cambio climático y la resistencia antibiótica agravan el problema. Los especialistas explican que la bacteria se propaga por consumir agua o alimentos contaminados con heces de personas infectadas, incluso portadores asintomáticos. En este caso, un tanque de agua contaminado fue la fuente.
Otro experto, el infectólogo Hugo Pizzi, afirmó que “hoy muchos pozos de agua están contaminados por las capas freáticas que están saturadas y pozos negros existentes debido a la alta densidad demográfica. Al abastecer de agua contaminada los tanques, la bacteria llega a muchas personas".
"Esta bacteria es muy sensible al calor, por eso, además de estar presente en el agua no hervida, también se halla en verduras no cocinadas", señaló. Y apuntó que "si usted come o bebe algo que esté contaminado, las bacterias ingresan al cuerpo. Viajan hacia el intestino y puede causar un fuerte malestar, fiebre y deshidratación por la diarrea. Y puede ser más peligroso aún si la bacteria termina en el torrente sanguíneo", indicó.
Alerta
Los síntomas incluyen fiebre alta, dolor abdominal y diarrea, pero si bien el tratamiento es con antibióticos, la resistencia de la bacteria es un desafío para los especialistas sanitarios. El doctor Cisneros subrayó al respecto que "el diagnóstico de la fiebre tifoidea se basa en una evaluación clínica de los síntomas, que incluyen fiebre alta, diarrea, dolor abdominal, náuseas y fatiga. El médico, además, realiza una serie de pruebas para confirmar la presencia de Salmonella Typhi en muestras de sangre, heces u orina. Los análisis de laboratorio permiten detectar la bacteria en el cuerpo del paciente".
En este marco, sostienen que la prevención clave es el acceso a agua potable, saneamiento adecuado, vacunación en zonas de riesgo e higiene personal y alimentaria.
Este brote subraya la importancia del control sanitario del agua y la prevención de esta enfermedad, que sigue siendo un problema global con alta incidencia y mortalidad en regiones con infraestructuras deficientes. Además, ante la aparición de posibles síntomas se recomienda recurrir a la atención médica inmediata.
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