Axel Kicillof no cede terreno pese a las presiones que recibe de todos los sectores.
Axel Kicillof no cede terreno pese a las presiones que recibe de todos los sectores.
LA PROVINCIA

Kicillof tensa la cuerda y robustece su autonomía

Axel Kicillof persiste en la idea de construir señales en el camino rumbo al desdoblamiento de las elecciones bonaerenses. Transita ese sendero sobre el que va encontrando respaldos, dudas y rechazos. Se cuida de no asegurar que hay una decisión tomada al respecto, acaso a la espera de una cumbre con Cristina Kirchner que sigue sin producirse.

En ese derrotero el Gobernador escucha a propios y extraños. Pero incluso en su núcleo cercano no parece haber unanimidad en la estrategia. Hay halcones que promueven un enfrentamiento con la ex presidenta como insumo indispensable para robustecer la pretensión presidencial de Kicillof en 2027. Otros funcionarios creen que es necesario tensar la cuerda con el kirchnerismo duro, pero para ir en una posición de fuerza a la negociación final por las listas.

El desdoblamiento electoral se mete de lleno en esa discusión. Cristina no quiere saber nada con desvincular las elecciones bonaerenses de las nacionales. Ya advirtió que separar los comicios podría ser inconveniente para el Gobierno provincial porque pondría en debate temas candentes de la agenda bonaerense como la inseguridad, que suelen pasar de largo en las discusiones electorales nacionales.

En el Instituto Patria sacan pecho. “Cristina tenía razón”, sostienen. Kicillof debió suspender un acto en Mar del Plata que iba a transformarse en otra demostración de fuerza frente al kirchnerismo duro, debido a la conmoción causada por dos asesinatos en la ciudad balnearia, apenas separados por horas. Uno, incluso, en el que están vinculados policías de la Bonaerense. “Tuvieron que suspender un acto político que ni siquiera era una actividad de campaña”, evalúan. Lo anotan como un botón de muestra de lo que podría ocurrir si se desdoblan las elecciones.

Todos esos elementos no aportan más que incertidumbre sobre el calendario comicial bonaerense. Sergio Massa -que en los últimos días habló por separado con Kicillof y Cristina- sumó al debate la posibilidad de ir hacia un desdoblamiento y votar en noviembre en la Provincia. Hay quienes dicen que fue un tiro por elevación a los dos otros socios de Unión por la Patria y un elemento de presión para que arranque una negociación que evite una posible ruptura. “Si hay dos listas, habrá tres”, deslizan cerca del tigrense con tono de amenaza.

Otros impactos

Los movimientos que se registran a nivel nacional no sólo tienen impacto sobre el peronismo. De reacomodamientos y cierres que se verifican en otros distritos parecen surgir indicios respecto de lo que el gobierno de Javier Milei piensa ejecutar en la Provincia desde el punto de vista electoral.

En Capital Federal, la pelea con el PRO ya se libra a cielo abierto. En Santa Fe, el gobernador radical Maximiliano Pullaro, aun con buena sintonía con la Casa Rosada, será desafiado por una lista libertaria.

En el caso de la Provincia, la estrategia libertaria parece orientada, más que a acordar con el PRO, a desgajar al partido amarillo a través de cierres con dirigentes puntuales. El último caso fue el de la intendenta de San Antonio de Areco, Fernanda Astorino, que firmó para las Fuerzas del Cielo.

Hay sectores del macrismo que ya se pintaron la cara para ir a la batalla contra el armado de Milei. Otros creen que hay que agotar las instancias para un entendimiento. Acaso el abanderado de esa posición sea el diputado nacional Diego Santilli.

Una parte del PRO parece orientada a ensayar el camino de reeditar una posible coalición con los actores con los que alguna vez constituyeron Juntos por el Cambio. Explorar la construcción de una franja del medio con la intención de surfear la polarización que promoverán Javier Milei y Cristina Kirchner.

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