La inflación no baja y condiciona el futuro político del oficialismo de cara a las elecciones.
La inflación no baja y condiciona el futuro político del oficialismo de cara a las elecciones.
LA PROVINCIA

La inflación galvaniza el clamor para convencer a Cristina Kirchner

Los intendentes peronistas del Conurbano auscultan todo el tiempo el humor social en sus distritos. Vienen percibiendo que su votante tradicional que vive en los barrios más postergados, está siendo castigado fuerte por el aumento de los precios. El descarnado número de la inflación del mes de enero, terminó por confirmar ese escenario que no sin fuerte inquietud se describe en diversos distritos.

Las dudas respecto del comportamiento de la inflación en los meses por venir, crece. Febrero viene perfilando un número cercano al 6% que acaba de difundir el INDEC. Y marzo es un mes que, estacionalmente, suele aportar registros altos. La curva descendente con la que había entusiasmado el ministro Sergio Massa parece haber ingresado, al menos en el primer trimestre del año, en un paréntesis.

Ese comportamiento inflacionario preocupa a todo el oficialismo. Máximo Kirchner acaba de reunirse con varios popes sindicales y en esa cumbre se volvió a hablar de una suma fija por afuera de las negociaciones paritarias para sostener el poder adquisitivo de los asalariados.

Kicillof se asoma a esa discusión con los gremios estatales y docentes que parece discurrir bajo los parámetros que trazó Massa. El ministro quiere que los aumentos que se pacten no superen el 60%o con la idea de no meterle más presión al proceso inflacionario. En algún momento se habló de un 30% en el primer semestre y un porcentaje similar para el segundo.

Pero esa negociación salarial que arrancó sobre finales de enero, se estancó. En la Provincia dicen que difícilmente puedan salirse de aquella hoja de ruta que trazó el ministro.

Habría una propuesta en breve que, acaso para hacerla más seductora, incorporará algunos reclamos sindicales que tendrán impacto sobre el salario. Los ascensos ya anunciados para los estatales parecen ir en esa dirección.

Esos pesares oficiales galvanizan el operativo clamor para que Cristina Kirchner sea candidata. La Vicepresidenta sigue siendo la dirigente oficialista que mejor mide en la Provincia y su nombre estampado en la boleta del Frente de Todos aparece como un objeto de deseo para todos aquellos que pujan por conservar sus territorios y ven a su electorado inmerso en una mezcla de apatía y desencanto.

La incógnita sobre el rol de Cristina es amplia y aporta visiones en algunos casos encontradas. Están los que creen que podría ser candidata a senadora nacional por la Provincia y empujar así el proyecto reeleccionista de Kicillof. Otros sospechan que la renuncia a competir que ella misma expresó sigue en pie y que la presión que ejerció la nutrida delegación kirchnerista en la reunión de la mesa nacional del Frente de Todos para que se hable de “romper la proscripción”, no tendría tanto que ver con una candidatura sino con la idea de que la Vicepresidenta mantenga la centralidad y el poder de decisión sobre el armado electoral del oficialismo. También, con la idea de desactivar el sueño de permanencia de Alberto Fernández.

Esa incidencia de Cristina acaso haya sido determinante para una sorpresiva designación que acaba de concretar el Gobernador: la de Victoria Donda. La ex titular del INADI fue echada hace algunas semanas por el Presidente. Ahora recaló en la Provincia, se dice, llamado mediante de la vicepresidenta.

Juntos por el Cambio ensayó sus propios movimientos en la Provincia. Horacio Rodríguez Larreta formalizó el lanzamiento de Diego Santilli como su aspirante a gobernador y de alguna forma explicitó la estructura de apoyos que su propia candidatura presidencial tiene en el territorio bonaerense.

Patricia Bullrich también jugó fuerte. Pegó un golpe de timón y puso a un hombre de Emilio Monzó al frente de su campaña en la Provincia, el diputado nacional Sebastián García De Luca. será el encargado de armar y ordenar territorios. También, de encauzar la definición de la candidatura a gobernador por la que pujan Joaquín De la Torre, Néstor Grindetti y Javier Iguacel. En el campamento de la ex ministra de Seguridad estiman que en 45 días tiene que alumbrar una síntesis.

Ambos sectores internos del PRO, mientras tanto, hablan con distintas vertientes del radicalismo. El partido centenario mantiene a sus dos candidatos presidenciales (Facundo Manes y Gerardo Morales) y en territorio bonaerense también hay nombres lanzados como Maximiliano Abad, Martín Tetaz y Gustavo Posse.

Los radicales inflaron el pecho luego de ganarle la interna al PRO en La Pampa por la candidatura a gobernador. Pero tanto Larreta como Bullrich buscan aliados en la UCR para robustecer sus propias chances. Tienden puentes en medio de charlas cruzadas e insinuaciones de ofertas con impacto en la Provincia.

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