Pelea de radicales y la lupa sobre libertarios

Pelea de radicales y la lupa sobre libertarios

Axel Kicillof habría logrado completar algún que otro casillero en su plan por ser ungido una vez más candidato. El resbalón inaugural de la liga peronista de intendentes del Conurbano liderada por el lomense Martín Insaurralde podría ser interpretada como un punto en su favor. 

La señal es fuerte porque denota que el peronismo bonaerense, o al menos quienes detentan el poder territorial a través de sus gestiones en los municipios, mantiene posiciones encontradas respecto del armado provincial. Algunos de ellos ya se han expresado en favor de la continuidad de Kicillof y esa división acaso sea el factor determinante para explicar los motivos por los que el bautismo de la liga de intendentes debió ser suspendido.

Esos tironeos se conjugan con otros movimientos en el oficialismo. Por caso, el que despunta en algunas comunas para ir insuflando volumen al operativo para instalar como candidata a Cristina Kirchner. Las encuestas exhiben que sin el nombre de la vice en la boleta, la pelea por la Gobernación asoma compleja. Esos mismos sondeos hablan de una notoria paridad entre Kicillof y Diego Santilli, el principal aspirante de Juntos por el Cambio.

En varios paredones del Conurbano volvieron a aparecer pintadas “Cristina 2023”, acaso como para reflotar la idea de tener el nombre de la vicepresidenta en la boleta bonaerense como candidata a senadora nacional o a diputada y elemento traccionador de votos necesario tanto para la disputa por la Gobernación como para las batallas que deberán dar los intendentes en sus distritos.

En Juntos por el Cambio también surgieron novedades. El radicalismo finalmente puso en la cancha a Maximiliano Abad, con el respaldo de la mayoría del partido. No es el único lanzamiento: Martín Lousteau mandó a correr por la arena de la Costa al diputado nacional Martín Tetaz como para que Abad no dispute en soledad.

Hay quienes hablan de que esos posicionamientos responden a una disputa superior. Lousteau mantiene un muy buen vínculo con Horacio Rodríguez Larreta, con quien se reunió en los últimos días en Mar del Plata, actividad que compartió con Gerardo Morales. El alcalde porteño prioriza el cierre con la UCR a través de esos dirigentes, aunque ese esquema deja afuera al Comité Provincia que justamente lidera Abad.

Esa versión se cruza con otra: la que habla de que Patricia Bullrich, que disputa la candidatura presidencial con Larreta, estaría interesada en lograr algún entendimiento con el mendocino Ernesto Sanz, de muy buen vínculo con Abad, al punto que fue uno de los dirigentes nacionales que estuvo en su lanzamiento. La jefa del PRO buscaría con esa movida robustecer su flaca estructura bonaerense. Y el radicalismo que conduce Abad, con presencia y desarrollo territorial, surge como una presa codiciada.

Otros asuntos asoman en el debate de la oposición. Uno de ellos, cómo acercar votantes que hoy se muestran permeables al discurso libertario. La elección en la Provincia asoma muy pareja y ese nicho podría ser determinante. Una de las variantes es acercar al esquema de Juntos por el Cambio a José Luis Espert. El economista podría subirse a una Paso opositora, pero afronta el dilema de no tener un candidato presidencial que le evite quedar diluido.

Trascendió que el propio Mauricio Macri se metió en esa discusión y que comenzó a sondear si existían posibilidades de que Javier Milei compartiera candidato a gobernador con la alianza opositora. La empresa asoma muy difícil: el líder libertario no quiere formar parte de Juntos por el Cambio y el radicalismo no acepta compartir nada con Milei.

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