La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, regresó ayer a la Cuarta Sección Electoral, con una recorrida por Bragado y Alberti, en actos articulados por Emilio Monzó, que en las elecciones pasadas fue parte de la lista opositora al Pro en la interna. Allí reunió a intendentes vecinalistas, como el anfitrión Vicente Gatica y el villeguense Eduardo Campana; y uno vinculado con Emilio Monzó, el rivadaviense Javier Reynoso.
Pero, además, el paso de Bullrich por Bragado dejó una “sorpresa”: la presencia de una “pata radical”, a través del jefe comunal de General Viamonte, Franco Flexas, que semanas atrás participó de un acto kirchnerista en la basílica de Luján, sobre el cual el propio Arzobispo luego pidió disculpas.
De esta manera, la titular del PRO dejó afuera de su recorrido a los dos intendentes de la Cuarta pertenecientes a la estructura “amarilla”: el juninense Pablo Petrecca y el nuevejuliense Mariano Barroso, ambos alfiles del intendente de Vicente López en uso de licencia, Jorge Macri, hoy integrado al gabinete del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Las críticas de ese sector se hicieron notar y criticaron que Bullrich haya dejado el armado en manos de Monzó y no en los intendentes de la Cuarta sección. "Patricia es la presidente del PRO nacional, debería dejar el cargo si va a hacer campaña", sostuvieron referentes del Pro en la región.
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