EMINENCIA DEL MUNDO ARTÍSTICO

Víctor Grippo: se cumplieron 20 años del fallecimiento del artista juninense

Durante su extensa trayectoria, buscó la convergencia entre la ciencia y el arte, siendo reconocido internacionalmente como una de las figuras más relevantes del arte conceptual.

Víctor Grippo fue un artista juninense que alcanzó fama mundial principalmente por sus aportes al arte conceptual. En sus obras utilizó materiales y medios no convencionales para reflexionar en torno a las condiciones sociales y espirituales, siendo una de las figuras más destacadas del arte argentino de la segunda mitad del siglo XX.
Grippo nació el 10 de mayo de 1936 en Junín. Inició sus estudios de dibujo, pintura y escultura con el profesor Comuni en el Museo Municipal de Arte, donde participó en una muestra colectiva en 1954.
Al año siguiente se trasladó a La Plata para estudiar Química en la universidad, vinculándose con el movimiento vanguardista que se estaba desarrollando en aquella ciudad. En 1966 realizó su primera exposición personal en la Galería Lirolay de Buenos Aires, presentando sus óleos geométricos.
En la década de 1970 logró hacer una síntesis de su formación científica y su pasión artística, dejando de lado la preocupación por la belleza y el estilo para concentrarse en las ideas, ingresando al arte conceptual. Comenzó a desarrollar su serie de Analogías, obras en las que destaca la energía contenida en productos naturales como la papa, contrapuestos al mundo cultural construido por el hombre.
Desde el Grupo de los Trece y el Centro de Arte y Comunicación (CAyC), Grippo impulsó el arte conceptual en Argentina y participó en innumerables muestras en el país y el exterior. En el evento colectivo Arte e ideología de 1972, en Buenos Aires, construyó junto a Jorge Gamarra un horno popular para hacer pan.


En 1975 el Grupo de los Trece ganó la medalla de oro en la muestra Peace 75 en Slovenj Gradec, Yugoslavia, actual Eslovenia. Al año siguiente Grippo inauguró “Algunos oficios” en la Galería Arte Múltiple de Buenos Aires.
También en 1976 comenzó a trabajar en sus “valijitas”, cajas transparentes con manijas de metal donde encierra objetos. Por ejemplo, su “Valijita de panadero” de 1977, donde el pan quemado mostraba las consecuencias devastadoras de una energía desplegada sin medida y como símbolo de la violencia que se vivía entonces en el país, en el peor momento de la dictadura militar.
En 1977 el Grupo de los Trece ganó el Gran Premio Itamaraty de la XVI Bienal Internacional de San Pablo con la presentación colectiva “Signos en ecosistemas artificiales”. Allí Grippo armó dos instalaciones conjuntas que llamaron la atención del público y de la crítica: “Analogías con la ciencia” y “Energía vegetal”, dos mesas de siete metros de largo, una cubierta de papas conectadas a un voltímetro y otra con instrumentos de laboratorio.
En 1978 expuso en San Pablo “La papa dora la papa”, metáfora donde la energía eléctrica producida por un conjunto de papas sirve para cubrir de oro a una sola papa aislada. También expuso su “Tabla” en la Galería Arte Múltiple de Buenos Aires, la primera de la serie “Mesas de trabajo y reflexión”.
A partir de 1980 Grippo comenzó a producir sus “Cajas”, un nuevo formato para sus piezas pequeñas con el cual realizó numerosas obras hasta el final de su vida. Se trata de construcciones de madera con frente de vidrio en las que ubica elementos como la plomada y el nivel de albañil, la rosa y el huevo, máscaras, planos inclinados, panes y otros objetos.
Víctor Grippo falleció en Buenos Aires el 20 de febrero de 2002. Figura en el 20th Century Art Book como uno de los artistas más representativos del siglo XX y es el único argentino exhibido en las salas permanentes de la prestigiosa Tate Modern de Londres.

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