La posible circulación de dinero falso, específicamente pesos y dólares, genera alarma en el interior bonaerense, tras conocerse que existía una imprenta clandestina que se dedicaba a imprimir billetes apócrifos en la ciudad de 9 de Julio, para introducirlos en el mercado comercial y financiero de toda la Región.
La imprenta en 9 de Julio era operada por el cabecilla de una peligrosa banda, que fue desarticulada tras la detención de 16 personas y el secuestro de una importante cantidad de dinero falsificado, pero se presume que habría cientos de personas damnificadas, sobre todo aquellas que adquieren dólares para ahorro y desconocen las medidas de seguridad para detectar los billetes falsos.
Prolongada investigación
La investigación demandó más de un año y medio de trabajo. Lo más difícil fue ubicar los lugares donde esta organización internacional fabricaba dinero falso a gran escala. Apenas los policías obtuvieron esa información la Justicia ordenó una serie de allanamientos que sirvieron para desarticular a un grupo criminal que contaba con una red de distribuidores de dinero falso.
La División Investigación de Delitos de Falsificación de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina detuvo a 16 supuestos miembros de la banda e incautó más de 150 mil dólares, 780 mil pesos y 1600 reales apócrifos. También hallaron gran cantidad de billetes verdaderos (14.600 dólares, 2.016.430 pesos, 30.580 pesos uruguayos), una señal más que evidente del caudal de dinero que manejaba la banda.
Sin embargo, el dato más sorprendente de los operativos es que la organización fabricaba dólares azules, la última versión de los billetes norteamericanos que cuentan con una banda azul como medida de seguridad, en una imprenta clandestina en la ciudad de 9 de Julio, detalló el comisario Edgardo Álvarez, jefe de la División de Falsificación de la PFA.
Los detenidos
Álvarez destacó el tema de los dólares azules y reconoció que fueron fabricados en la Argentina. “Los de la nueva serie son poco conocidos y eso favorece a que la gente caiga víctima de estos verdaderos delincuentes económicos”, explicó. Además de los dólares nuevos, esta organización también falsificaba moneda nacional y también lo hacía a gran escala.
El temor de las autoridades es que muchas personas adquieren dólares a particulares o en las “cuevas” y financieras y los guardan para ahorro, pero no saben si esos billetes son verdaderos o falsos, porque la mayoría desconoce las medidas de seguridad.
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