Fiscales y jueces parecen estar de acuerdo en que hay pruebas suficientes para llevar a juicio al padrastro como presunto abusador de la hija de su pareja, cuando era una nena, entre sus 8 y 9 años. Sin embargo, una divergencia sobre la gravedad del hecho y de lo que puede constituir una violación con acceso carnal terminó por enviar a la calle al acusado, quien ahora vive a metros de la casa donde ocurrió el presunto horror y hasta podría cruzarse con la chica.
La historia trascendió a partir de un fallo de los jueces platenses Laura Lasaga y Sergio Almeida, integrantes de la Sala 2 de la Cámara de Apelaciones.
El caso
El año pasado, la chica le contó a su madre por lo que había pasado a manos de su padrastro. Así, se abrió una causa por “abuso sexual con acceso carnal agravado”, que tomó el fiscal Martín Almirón (UFI Nº 8).
La menor, que hoy tiene 16 años, empezó a sufrir abusos a los 8, según dijo. En ese contexto, agentes de la Dirección de Investigaciones de La Plata (DDI) habían detenido al acusado, que quedó a disposición del Juzgado de Garantías 4 (Eduardo Silva Pelossi), quien avaló el pedido de detención y prisión preventiva realizado por Almirón.
La defensa apeló y la Sala 2 respondió con un fallo que bajó la calificación al delito. El argumento es que no se consideró demostrado que la menor hubiera sido víctima de acceso carnal. De la denuncia y en la declaración en Cámara Gesell se había obtenido un relato según el cual el hombre manoseaba a la nena en forma recurrente, aprovechando cuando estaba solo con ella. También que apoyaba su pene en la vagina de la niña como parte de los ataques.
En el fallo se señala que del relato de la víctima (detalló que el hombre “no se cuidaba”) no surge en forma fehaciente el acceso carnal. Argumentaron en la ausencia de un informe médico en esa dirección el tiempo que pasó entre las agresiones señaladas y la realización de peritajes, y el hecho de que la ahora adolescente tuviera relaciones sexuales con su novio.
Con la nueva calificación de abuso sexual simple y una posible condena en expectativa de ejecución condicional (3 años o menos) el abogado defensor pidió la excarcelación. Las fuentes consultadas en Tribunales indicaron que Silva Pelossi rechazó el planteo. Y finalmente, esta semana, la Sala 2 acompañó la apelación.
Indignación
El abogado que asiste a la víctima, Martín de Vargas, calificó como “aberrante” el criterio de los jueces. Contó que el acusado el jueves visitó una casa vecina a la de la chica. El cuadro, dijo De Vargas, la expone a los daños emocionales que padece, con manifestaciones como ataques de pánico e intentos de suicidio.
La madre agregó que “mi hija tiene miedo de salir a la plaza porque su violador vive a 200 metros de nuestra casa. No entendemos lo que hizo la Justicia”.
De Vargas dijo que “los jueces no tuvieron en cuenta la edad que tenía la víctima ni el tiempo transcurrido ni las amenazas que sufrió”. El letrado indicó que los relatos en Cámara Gesell fueron claros pero los camaristas “interpretaron lo que quisieron”. Según concluyó, lo que contó la menor fue tomado “en favor del violador”. La decisión de los camaristas será apelada por De Vargas y el fiscal de juicio Martín Chiorazzi.
El expediente fue elevado a juicio y el debate oral, aún sin fecha, estará a cargo del Tribunal Oral y Criminal II de La Plata, integrado por los jueces Claudio Bernard, Liliana Torrisi y Silvina Hoerr.
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