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OPINIÓN

El Covid-19 instaló la creación del AMBA, negada hace décadas

Las respectivas autoridades habían establecido desde hacía algunos años, en la ciudad y en el Conurbano, los cambios de mano en avenidas de ingreso y salida de la ciudad, a las horas consideradas “pico” y fundamentalmente en la zona norte. 
Desde hace años, en la Avenida del Libertador, a la hora de ingreso, se circulaba de una sola mano, igual que en el tramo de la provincia de Buenos Aires. A la hora del regreso, se volvía a implementar. 
En otra oportunidad, por problemas de salud, se hicieron algunas campañas de vacunación conjunta, en la Capital y el Conurbano pero, en general, había una tendencia a pensar que los problemas de fondo de la ciudad eran imposibles de encarar, a no ser que fuese a través de una política conjunta con el Conurbano, es decir, lo que se conoce como área metropolitana. Pero nada de fondo se hizo hasta ahora.
En Buenos Aires se podrá discutir en forma infinita si está agotada la capacidad edilicia de determinados barrios, la estructura de servicio, las cuestiones de congestión de tránsito, pero si nosotros decimos que en Saavedra o en Núñez no se pueden construir más edificios de departamentos y pasando la General Paz se construye, el problema va a subsistir. 
Si pensamos que, por problemas de contaminación, Buenos Aires no tiene que habilitar algún tipo de industria y damos el permiso para el barrio de Mataderos o de Lugano, pero La Matanza las habilita, no tienen ningún efecto las luchas que podamos llevar adelante contra las industrias contaminantes.
¿Qué sentido tiene que la Provincia haga una gran inversión en un centro de salud colindante a la General Paz de si este lado la Ciudad cuenta con un establecimiento hospitalario completamente equipado?
La Ciudad puede tener como política, en el área de Transporte, la extensión de la red de subterráneos, que por supuesto comparto y con mi acción he contribuido vigorosamente a su concreción, pero va a llegar el momento en que los subterráneos se extenderán hasta el borde de la General Paz y eso lo van a pagar los vecinos de Buenos Aires. Me pregunto: ellos son los que van a seguir invirtiendo para que ese subte se introduzca en el Conurbano y, a su vez, ayude o facilite el traslado de sus habitantes.
Todo esto nos marca, con claridad, que es necesario implementar políticas conjuntas. Es así como, en el mismo diciembre de 1983 impulsé lo único que podía hacer en el ámbito del cuerpo que integraba que era facultar al presidente del Concejo en ese momento, Facundo Ernesto Suárez Lastra, para la organización de reuniones de trabajo con los integrantes de los Concejos Deliberantes del Conurbano y con los intendentes, a efectos de ver si, de a poco se podía poner en marcha una política institucional de toda el área.
En 1987 se logró que el presidente Raúl Alfonsín creara una secretaría dependiente de la Presidencia de la Nación a cargo del Dr. Juan M. Portesi, que se llamó Comisión Nacional del Área Metropolitana de Buenos Aires, la cual  funcionó hasta que asumió el presidente Carlos Saúl Menem y desapareció este desafío.
Estamos en los primeros tiempos del siglo XXI y todavía no pudimos avanzar. 
La Constitución sancionada en 1994  establece que es facultad de los estados que integran la Nación, o sea de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires, el crear regiones; por esto en abril de 2001, el Senado de la Nación aprobó por unanimidad un proyecto de comunicación de mi autoría, exhortando al gobierno de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires a crear la Región Metropolitana. 
El proyecto instaba a los gobiernos de las dos áreas a que pusieran en marcha esta institución que, no es ningún invento, existe desde hace décadas en todas las grandes ciudades del mundo como Barcelona, Madrid, Londres, Nueva York, Río de Janeiro, en donde se trata de conjugar políticas, en algunos lugares con un gran  desarrollo.
En París, por ejemplo, se pagan obras en común entre distintos municipios. 
Es imprescindible hacerlo, son los mismos problemas los que afectan a los más de 12 millones de personas que viven en el área metropolitana y, por supuesto, a Buenos Aires en donde ingresan y egresan por día una cantidad superior a los habitantes que tiene la ciudad.
Con respecto al proyecto del Senado, hice llegar copias a todos los intendentes de los municipios del área metropolitana, a los concejales, diputados y senadores provinciales y legisladores de la ciudad. 
Hubo pronunciamientos a favor de municipios en su conjunto. Pero el síndrome que originó el “argentinos a las cosas”, tal como lo señaló el gran filósofo español, José Ortega y Gasset, hace ya muchos años, sigue vigente.
Desgraciadamente la crisis económica y las peleas políticas paralizaron nuevamente esta iniciativa.
Con posterioridad, el presidente Mauricio Macri creó una comisión, con rango de dirección a cargo del Dr. Facundo Ernesto Suárez Lastra, para retomar este tema, pero como siempre los barones del Conurbano de distinto origen político lograron evadir el tema.
Esperemos que la desgracia de la pandemia del Coronavirus, que tanto dolor nos ha traído, sirva como un tremendo cachetazo, que nos ha significado en nuestra  vida a los que habitamos en esta área; con consecuencias incalculables en la salud, economía, educación y sociales nunca vividas, y nos hagan reflexionar  con grandeza y no mezquindad en el manejo de la Vida Pública.

 
(*) Exsenador de la Nación (CABA – UCR).

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