La adolescente Milagros Gómez, de 14 años de edad, que se encontraba internada en grave estado luego de ser alcanzada por una bala perdida durante los festejos de Navidad en la localidad bonaerense de Moreno, murió a raíz de las serias lesiones sufridas. Por el hecho está imputado un vecino, José Alberto Pinto Barreto, de 60 años.
De acuerdo al parte médico la víctima sufría de una "lesión cerebral" de "compromiso vital" que no permitía que sea intervenida quirúrgicamente para remover el proyectil que le había quedado alojado en la cabeza.
En el patio de su casa
El hecho ocurrió en plenos festejos navideños, cuando la adolescente se encontraba junto a su familia y otros menores en el patio de su casa situada en la esquina de Shakespeare y Florencio Varela, de Moreno, y cayó desplomada por un balazo que le ingresó por la nuca, a la altura de la región temporo parietal izquierda.
"Estaba festejando justo después de las doce, tirando cohetes con los sobrinos chiquitos y de la nada se desvaneció en el piso. Creyeron que era un simple desmayo, pero le hicieron una placa y ahí vieron que tenía una bala en la cabeza", contó Brian, el cuñado de la víctima.
La adolescente, identificada como Milagros Gómez, fue trasladada al Hospital Mariano y Luciano de La Vega, de Moreno, donde su familia esperaba que pudiera ser derivada a un centro de mayor complejidad ya que allí les habían dicho que no podían operarla.
Por su parte, Gabriel, el padre de la adolescente, contó que viajó desde Santiago del Estero al enterarse "por un vecino que tiene Internet" que habían baleado a su hija y, entre lágrimas, agregó esperanzado –antes de conocer el fatal desenlace- que "Lo único que quiero es que mi hija se salve".
La bala salió del arma del vecino
La bala perdida que mató a Milagros Gómez partió de la pistola secuestrada al único detenido por el hecho, quien quedó imputado formalmente por el homicidio. De acuerdo al resultado de las pericias balísticas realizadas por expertos de la Policía Científica, el arma de fuego secuestrada a José Alberto Pinto Barreto (60), alias “El Uruguayo”, era apta para su uso y, luego de realizar la autopsia al cuerpo de Gómez, se pudo extraer el proyectil que había quedado alojado en su cerebro y tras cotejarlo se determinó que salió de la pistola del acusado.
Voceros judiciales informaron que la fiscal de la causa Luisa Pontecorvo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Moreno-General Rodríguez, imputó a Pinto Barreto por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.
“El Uruguayo”, que vive a 70 metros de la casa de Milagros, había sido detenido por la tenencia ilegal de arma de guerra y se negó a declarar ante la fiscal por ese delito, pero este domingo por la tarde deberá ampliar su indagatoria a raíz de la nueva imputación.
Fuentes judiciales informaron que al momento de ser detenido, Pinto Barreto “comenzó a gritar y a decir que nadie sabía quién era”, en tono amenazante. “Varios vecinos declararon y dijeron que lo vieron a él vaciando un revólver hacia arriba como en un festejo. Por lo que dijeron, todos los años hace lo mismo”, dijo el cuñado de la víctima sobre el detenido.
En tanto, el director médico Emanuel Zavarías, del hospital de Moreno, informó que la adolescente llegó a la guardia "en un cuadro de coma" y que "se le hizo la medida de reanimación inicial y, entre otros estudios, una tomografía de cerebro que evidenció una lesión cerebral producto de un proyectil en grandes regiones del cerebro, de compromiso vital".
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