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Jorge Romero.
LO ACUSARON DE ABUSO SEXUAL

A un mes de las denuncias, Romero sigue en su banca

El jueves 13 de diciembre, con buena parte de la sociedad convulsionada por la denuncia de la actriz Thelma Fardín contra Juan Darthés por violación, los senadores de la provincia de Buenos Aires bajaron al recinto para la última sesión del año y pusieron en sus bancas carteles con la leyenda “Mirá cómo nos ponemos”, frase que se transformó en el grito del movimiento para visibilizar situaciones de abusos contra las mujeres. A pedido de los fotógrafos, los legisladores del oficialismo y la oposición posaron para la cámara con los carteles. La foto tuvo un gran ausente: Jorge Romero, el senador del bloque de Unidad Ciudadana, que esperó en los pasillos e ingresó al recinto ya iniciada la sesión para evitar una situación incómoda. 
Horas antes, una joven ex integrante de La Cámpora, la agrupación donde Romero construyó toda su carrera política, lo acusó por un intento de abuso sexual. “Me encerró en un baño y me dijo que le haga sexo oral”, relató Stephanie Calo.
La denuncia generó un fuerte sacudón en el kirchnerismo y en el Senado bonaerense. En seguida, el denunciado hizo un descargo sobre la situación con tono de mea culpa y afirmó que daría “un paso al costado”, lo que fue tomado como un anuncio con respecto a su continuidad como senador. “Renunció el senador de La Cámpora acusado por abuso”, fue el titular que replicaron varios portales y agencias de noticias.
Hoy, a un mes del episodio, el “Loco” Romero sigue en su banca del Senado bonaerense, donde su situación quedó en una suerte de stand by facilitado por el receso legislativo de enero. Y sigue cumpliendo, además, su rol político y logístico como uno de los responsables del armado bonaerense de La Cámpora, cuyo líder, Máximo Kirchner, ensayó tras el episodio una suerte de autocrítica y pidió escuchar “la demanda de las mujeres”.

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