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TRASTIENDA POLÍTICA

El adelantamiento electoral, el tema del que más se habla en el gobierno bonaerense

Más allá de los discursos de ocasión que tienden a bajarle dramatismo al tema, la verdad es que en el gobierno de la Provincia de lo único que se habla intramuros es del eventual desdoblamiento de las elecciones por los cargos provinciales de los comicios nacionales. Los hombres importantes del gabinete de María Eugenia Vidal, y algunos aliados del plano nacional, están absolutamente a favor de la jugada que, por lo que se sabe, encuentra resistencia en el núcleo duro que rodea a Mauricio Macri.
De acuerdo a las explicaciones que desparraman en Cambiemos, la decisión se tomaría recién en febrero o marzo. En verdad, no serían esos los tiempos reales. Fuentes confiables del oficialismo aseguran que después de las vacaciones del Presidente y de la gobernadora -uno en el Sur, otra en la costa atlántica- se realizará una reunión híper reservada entre los actores que consensuarán los pasos a seguir. Sería en la segunda quincena de enero con Macri, Vidal, Jaime Durán Barba, Marcos Peña y Horacio Rodríguez Larreta sentados a la mesa.
Contrariamente a lo que se creía en un principio, Larreta no separaría su elección local de la nacional. Es parte de la estrategia diseñada en sociedad con la gobernadora: capital federal votará el mismo día en que se elija presidente como una forma de facilitar la decisión de la Provincia y contribuir a que el adelantamiento bonaerense no se lea como un síntoma de debilidad de Macri. Si los dos distritos adelantasen, la lectura política podría ser desfavorable al jefe de Estado.

Fuentes confiables del oficialismo aseguran que después de las vacaciones del Presidente y de la gobernadora -uno en el Sur, otra en la costa atlántica- se realizará una reunión híper reservada entre los actores que consensuarán los pasos a seguir. Sería en la segunda quincena de enero con Macri, Vidal, Jaime Durán Barba, Marcos Peña y Horacio Rodríguez Larreta sentados a la mesa.

Vidal imagina una elección a fines de junio. Más allá de la crisis económica nacional, las encuestas la siguen favoreciendo en cuanto a imagen y, por lo menos hasta ahora, es claro que sin Macri en la misma boleta tendría la reelección muy accesible. Sobre todo considerando que en la oposición no asoma todavía un candidato nítidamente instalado.
Un tema no menor, como ya contó este diario, es que la gobernadora está obligada a una nueva negociación con la oposición legislativa para modificar un par de trabas legales que dificultan que el desdoblamiento sea un trámite prolijo. Debería cambiarse la ley de las Primarias Abiertas para lograr total independencia de las mismas respecto a las nacionales; y retocar el Código Electoral provincial para flexibilizar las exigencias en cuanto a la cantidad de meses antes en que deben realizarse los comicios respecto a la finalización legal de los mandatos.
Como sea, una vez más, el Frente Renovador de Sergio Massa vuelve a cotizarse para esa tarea. No parece un dato ajeno a esta posibilidad la conformación del interbloque que aparentemente reflejará en la Provincia el armado nacional de los gobernadores y el de Tigre conocido como Alternativa Federal. Los legisladores provinciales de Massa se unirán a los ex camporistas y demás integrantes de la bancada de cuatro almas llamada Frente Amplio. Y habrá una sorpresa, que resonará en el mundillo peronista.
Descontando el rechazo del PJ más ligado a Cristina Kirchner, entre Cambiemos y el nuevo interbloque habría acuerdo en desdoblar. Pero asoma una discusión, por ahora inevitable, respecto al sistema que se usaría para votar. De acuerdo a las fuentes consultadas, Vidal estaría pensando en una metodología desdoblada: el Conurbano con Boleta Única Electromecánica (BUE), que ya funciona en capital federal, y el interior provincial con Boleta Única de Papel (BUP), como se utiliza en Santa Fe.
El primero no es el voto electrónico tradicional sino un sistema según el cual el votante elige a quien vota en una pantalla y la máquina imprime la boleta que luego va a la urna. El segundo, en cambio, es una grilla de papel en donde se encuentra toda la oferta electoral: categorías y candidatos de todos los partidos. La boleta se le entrega al votante en la mesa y éste marca las opciones que prefiere. No requiere sobre para meterla en la urna.
En la Provincia, el mecanismo de voto electrónico en general está previsto -pero nunca fue utilizado- en el Capítulo XXVII de la Ley Electoral, según una modificatoría introducida por la ley 13.082 en la época en que gobernaba Felipe Solá. El texto dice que “el Poder Ejecutivo podrá implementar, total o parcialmente, sistemas de voto electrónico en los distritos que considere pertinente”. Y establece los parámetros que deben tomarse en cuenta, como accesibilidad para el votante, confiabilidad, privacidad, seguridad, relación adecuada costo/prestación y demás.
La discusión entre Cambiemos y Massa y el interbloque legislativo sería quién toma la decisión sobre qué sistema usar. El vidalismo pretende ese esquema doble antes mencionado y los otros quieren que cada municipio sea el que decida qué método utilizar. Diferencias que, en principio, no parecen insalvables.
El ímpetu que tiene el oficialismo con el tema del desdoblamiento de los comicios habría llevado a la gobernadora a sondear en la Justicia electoral la factibilidad de la movida, según trascendió hace pocos días. Al menos hasta antes del fin de semana largo, en la Junta Electoral provincial -que debería ser el organizador del comicio adelantado- no habían recibido consultas oficiales al respecto. Por lo que, se presume, el sondeo debió haber sido muy informal, acaso una consulta personal entre un alto funcionario del Ejecutivo y alguno de los integrantes de la Junta, que se conforma con los presidentes de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, del Tribunal de Cuentas y de tres Cámaras de Apelaciones del Departamento Judicial La Plata, más dos secretarios de carrera.

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