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TRASTIENDA POLÍTICA

La curiosa parábola del candidato de Vidal para la Contaduría de la Provincia

En distintos ámbitos del gobierno provincial causó sorpresa la decisión de María Eugenia Vidal de designar a Carlos Baleztena como próximo Contador General de la Provincia, en reemplazo de la renunciada María Fernanda Inza. El desconcierto ganó incluso a los senadores provinciales de Cambiemos que deberán aprobar o rechazar su pliego y quienes hoy mantendrán una reunión reservada para analizar el tema.
Es que, para muchos observadores del oficialismo, se trata de un hombre muy vinculado a lo que alguna vez se conoció como sciolismo. Es decir, al gobierno anterior al de Vidal. El que es sindicado por la propia gobernadora como responsable del estado de virtual quiebra en el que recibió la Provincia.  
Baleztena habría sido recomendado a la gobernadora por el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, crédito de Cambiemos en el Conurbano. Es que el hombre, contador egresado de la Universidad de La Plata y técnico de carrera en la Provincia, se viene desempeñando como secretario de Hacienda de ese municipio. Allí llegó, según fuentes de esa comuna, por los buenos oficios mediadores de Luciano Di Gresia, que intercedió por él ante Valenzuela.

Para muchos observadores del oficialismo, se trata de un hombre muy vinculado a lo que alguna vez se conoció como sciolismo.

Di Gresia perteneció a ese reducido e influyente grupo de sciolistas que manejaron los números durante la gestión anterior. Fue secretario general de la gobernación, primero, y luego pasó a ser el hombre que capitaneó la política de recursos humanos provincial, que debió ajustarse cuando Scioli se distanció de la entonces presidenta Cristina Kirchner.
Hoy eso suena a prehistoria. Por otra parte, Di Gresia siempre fue un hombre de Rafael Perelmiter, histórico contador de Scioli que fue ministro de Economía provincial, primero, y titular de ARBA, después. Cuando Iván Budassi sucedió a Perelmiter en la agencia de recaudación, antes de irse éste pidió expresamente por un cargo jerárquico para Baleztena, quien entonces seguramente no imaginaba que años después llegaría tan alto con un gobierno de otro color político. 

Con fe
Vueltas de la vida: hoy Budassi también trabaja para Cambiemos a las órdenes del ministro de Gobierno provincial, Joaquín de la Torre, como subsecretario de Gestión Gubernamental de esa cartera. 
En 2015, cuando la carrera presidencial se disputaba entre Scioli y el actual presidente, Mauricio Macri, Baleztena figuraba en esas listas reservadas con los nombres que integrarían un eventual gabinete nacional del por entonces gobernador.
Se ve que le tenía fe a Scioli porque, según los registros de la Cámara Nacional Electoral, el candidato de la gobernadora para ser Contador General de la Provincia aportó 30 mil pesos en efectivo para la campaña de las Primarias Abiertas de agosto de ese año a la lista del Frente para la Victoria que postulaba, claro, al ex motonauta. Estuvo cerca el hombre: el ballotage fue muy reñido.
Las malas lenguas vinculan a Baleztena con algún pasado radical pero otras pozoñosas fuentes de Tres de Febrero aseguran que el año pasado, durante la campaña por las legislativas de medio término que también ganó Cambiemos, habría mostrado cierta afinidad con el randazzismo, que al final sacó menos votos que la Izquierda.
La saga de la Contaduría ha sido un dolor de cabeza para Vidal, a raíz del escándalo por los aportantes truchos en la última campaña electoral de Cambiemos. La gobernadora tuvo que pedirle la renuncia a su amiga, María Fernanda Inza, dos días después de que saliera el decreto con su nombramiento en ese organismo. Había decidido nombrarla allí para reemplazar a Gastón Messineo, a quien se sindicó como responsable del fracaso en la implementación de un nuevo sistema de gestión financiera en la administración pública provincial que atrasó el pago a proveedores.
La caída abrupta de Inza, que venía de la secretaría Legal y Técnica de la gobernación, se debió a que fue la responsable contable de la recaudación de fondos de la campaña oficialista que, según el sitio El Destape, registró aportantes que nunca pusieron dinero. Hay causas judiciales abiertas por este tema.

El número dos
A cargo de la Contaduría quedó provisoriamente el número dos, Carlos Vittor, que en círculos políticos es apuntado como cercano al opositor Sergio Massa.
Según fuentes del organismo, la noticia de la eventual llegada de Baleztena no habría caído bien en el personal estable del lugar, que ya había evidenciado preocupación cuando Inza llegó allí y desplazó a algunos agentes históricos.
Las versiones dicen, incluso, que los sectores gremiales hubieran preferido la continuidad de Vittor, algo que jamás será confirmado públicamente. También se habla de que, para no avivar más el avispero, Vidal habría pactado con Inza la continuidad de la gente que ella llevó a la Contaduría y que había dejado otros lugares expectantes en la administración provincial para acompañarla en lo que fue, probablemente, un récord de lo efímero en la gestión pública.
Si esto se confirma, Baletzena deberá trabajar con ese personal heredado si es que la Cámara alta, donde Cambiemos tiene mayoría, aprueba su pliego de designación esta semana.

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