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Prestadores que no cobran y beneficiarios que no tienen servicios de salud se unieron en la protesta.
MÁS DE 4.000 PROFESIONALES AFECTADOS EN LA PROVINCIA

Acompañantes terapéuticos se encadenan por deuda de IOMA

Denuncian que la mayoría de ellos no cobra desde hace 6 meses, que la situación es insostenible y que los prestadores del interior bonaerense son los más perjudicados.

Acompañantes terapéuticas que no cobran sus honorarios desde el año pasado se encadenaron a la reja de la Casa de Gobierno de la Provincia para exigir que IOMA les pague de una vez. Bajo una llovizna persistente y rodeadas de decenas de beneficiarios que acompañaron su reclamo, las manifestantes amenazaron con no levantar la medida hasta que la obra social de la Provincia regularice una situación que “se ha vuelto insostenible” y que “afecta a la mayoría” de sus compañeros de actividad.
“IOMA no nos paga a los acompañantes desde el año pasado. Soy mamá de una nena con discapacidad y el hecho de no cobrar por mi trabajo me ha llevado a perder prestaciones para ella por no poder pagar yo la obra social”, explica Belén Andrés, una de las acompañantes terapéuticas que se encadenó frente a la Gobernación.
“Algunos no cobramos desde hace cuatro meses, otros desde hace seis y otros están desde septiembre del año pasado sin cobrar. Con la excusa de que cambiaron el sistema informático, el atraso histórico que IOMA siempre tuvo con los acompañantes terapéuticos se agudizó hasta volverse ya insostenible. Algunos compañeros tuvieron que dejar sus acompañamientos y otros están pidiendo plata prestada para seguir yendo a trabajar”, cuenta Micaela Mariani, otra de las prestadoras que se encadenó.
Aunque no pueden precisar qué cantidad de acompañantes terapéuticos se encuentran afectados por el atraso en los pagos, los organizadores de la protesta calculan que sólo en la Provincia de Buenos Aires serían más de cuatro mil. “Los que trabajan en localidades del interior, lejos de La Plata, son los que peor están porque no tienen ni siquiera dónde reclamar”, aseguraron.

Familias preocupadas
Frente al agravamiento del atraso en los pagos, algunos afiliados de IOMA que requieren acompañantes terapéuticos han comenzado a pagarles viáticos de sus bolsillos, algo que no deberían, sólo para sigan yendo a trabajar.
“Tengo dos hijos de 6 y 7 años con autismo severo que tienen acompañantes terapéuticas desde que iban al jardín. Cuando yo no puedo estar con mis hijos, son ellas las que los cuidan y los ayudan a relacionarse con los demás. Más allá de que cumplen un servicio que la obra social está obligada a cubrir por ley, ellas son una ayuda fundamental de la que no puedo prescindir”, cuenta Ximena Alvarez Castelo, una mamá que en los últimos meses les paga el micro a sus acompañantes terapéuticas para que sigan yendo a trabajar.
Su caso no es excepcional. Muchos de los padres que se sumaron a la protestar reconocieron estar costeando de su bolsillo gastos que no le corresponden para no perder una prestación que consideran esencial para sus hijos con autismo, discapacidades motrices o parálisis cerebral. “Cualquiera que haya requerido alguna vez un acompañante terapéutico sabe que el vínculo que construyen con los chicos no sólo toma tiempo sino que es clave para poder trabajar. No se los puede reemplazar de una día a otro así como así”, contaba con angustia Sandra Ríos, una de esas mamás.
“Para muchos de nosotros lo que estamos reclamando que nos paguen es nuestro único sustento. Y aunque algunos tenemos la posibilidad de que nos ayuden económicamente, otros ya no tienen para pagar el alquiler ni para comer. Además no estamos hablando de cifras millonarias -asegura Micaela Mariani-: cobramos $157 la hora y con suerte juntamos unos 12 mil al mes”.

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