None
TRASTIENDA POLÍTICA

Soplan aires de cambios en Producción

El arribo de Silvosa al área tiene una lectura inequívoca: el ministro Tizado no pudo poner a su segundo, que arriba por decisión directa de la Gobernadora.

A mediados de diciembre del año pasado, la gobernadora María Eugenia Vidal recibió la carta de renuncia de Rodrigo Silvosa a la subsecretaría de Infraestructura Hidráulica del Ministerio de Infraestructura y Servicio Públicos, basada en “motivos de carácter particular”. El hombre dejó su cargo poco antes de Navidad. Siempre se dijo que la salida se debió a un enfrentamiento interno con el titular de la cartera, Roberto Gigante. Dos meses después, Silvosa vuelve al gabinete y en un área de peso: será, en los hechos, el viceministro de Producción de la Provincia.
El cargo quedó especialmente empoderado desde el último retoque al organigrama ministerial: será el subsecretario de Puertos, Industria, Comercio y Minería del ministerio que conduce Javier Tizado. La parte portuaria de la dependencia estaba particularmente acéfala y en el gobierno provincial aseguran que desde los gremios y los actores privados que trabajan en la actividad, venían reclamando un interlocutor válido por parte de la administración provincial.
Silvosa, a su vez, reemplaza a Gustavo Svarzman, que tenía a cargo toda la subsecretaría a excepción de los puertos. El renunciado subsecretario había llegado procedente del ministerio de Producción nacional, recomendación de Francisco Cabrera.
Una pequeña historia de tironeos y vanidades subyace detrás de esta movida entre segundas líneas. Svarzman llevaba tan sólo algunas semanas en el cargo. Cabrera lo había recomendado para reemplazar a Agustín O’Reilly, un ex ejecutivo de Arcor que había quedado en el ministerio de Producción desde la gestión de Joaquín de la Torre, el hoy ministro de Gobierno.
Al asumir Tizado, que llegó en 2017 procedente de la Secretaria de Comercio nacional luego de medio año de acefalía del Ministerio provincial, se produjo el cambio de subsecretario. Pero, aparentemente, Svarzman y el ministro nunca pudieron construir una relación sólida. Voceros oficiosos de Producción aseguran que las cosas se pusieron álgidas y llegó el desenlace de las últimas horas.
Sin embargo, fuentes muy cercanas a Svarzman desmintieron categóricamente a este diario que haya existido alguna pelea. Es más: trascendió en esas mismas fuentes que el hombre seguirá en el Ministerio, enfocado sobre todo en el tema industrial y bajo el ala del recién llegado Silvosa.
El arribo de Silvosa a Producción tiene una lectura inequívoca: el ministro Tizado no pudo poner a su segundo, que arriba por decisión directa de la gobernadora.
Una versión extendida en despachos oficiales –que, por supuesto, nunca será reconocida oficialmente- habla de cierto descontento de Vidal y de su mano derecha, Federico Salvai, por el excesivo perfil bajo del ministro y la “poca visibilidad” de su cartera. Que es la que, se supone, debe estar vinculada a la generación de empleo en la Provincia. A favor de Tizado: es un ministerio que ha sufrido recortes presupuestarios.
Es por eso que en fuentes oficiales se especula con que la llegada de Silvosa a Producción sería la antesala para su próximo ascenso a ministro. Tizado, dicen en ciertos despachos, podría regresar a la Nación en breve. Y Vidal tendría en ese sillón a un funcionario al que, incluso, le tiene aprecio personal. “Siempre estuvo claro que Rodrigo iba a volver al gabinete”, explica una fuente de la gobernación que está al tanto de esa buena sintonía entre ellos.
Lo dicho: en su momento la salida de Silvosa de Hidráulica fue traumática. Se trata de una oficina que para Vidal es especialmente importante porque supervisa las obras destinadas a evitar eventuales futuras inundaciones.
Silvosa había llegado a La Plata en el inicio del mandato de Vidal de la mano de Edgardo Cenzón, que fue el primer ministro de Infraestructura. Cenzón, en el mundillo Pro, es lo mismo que decir Mauricio Macri. Integra un círculo de amigos presidenciales junto a, por ejemplo, el constructor Nicolás Caputo.
Cuando Cenzón renunció, aduciendo razones familiares, lo suplantó Gigante. Pero durante algunos días sonó fuerte que el reemplazante sería justamente Silvosa, que contaba con el padrinazgo del ministro saliente, demostraba gran conocimiento en el tema hidráulico y tenía buena relación con los intendentes de los distritos que están en zonas de riesgo de inundación.
Según fuentes vidalistas, la gobernadora antes de tomar la decisión pidió un guiño de la Casa Rosada. Nunca llegó. Por el contrario habrían sugerido la llegada de Gigante al ministerio. Gigante es un hombre cercano a Néstor Grindetti, economista del macrismo y hoy intendente de Lanús.
Apenas asumió, Gigante empezó una tarea de “limpieza” de funcionarios de la gestión anterior, que incluyó, claro, el reemplazo del hombre de confianza de Cenzón por alguien de su propio riñón: Luis Giménez, actual subsecretario de Hidráulica. Esos cambios de segundas y terceras líneas, dicen en Infraestuctura, recién culminaron hace pocas semanas.

COMENTARIOS