None
TRASTIENDA POLÍTICA

Un manejo de los tiempos sobre Manes

La alianza oficialista Cambiemos vivió ayer un pequeño paso de comedia en el intento por negar que la candidatura a diputado nacional del médico Facundo Manes sea cosa cerrada.
El dato, que se viene comentando en todas las mesas políticas hace semanas, lo tiró con categoría de certeza el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, quien muy probablemente encabece él mismo la lista macrista de candidatos a senadores por la Provincia de Buenos Aires en octubre próximo.
Bullrich habló el lunes a la noche, en la tradicional cena de la ONG Conciencia. Un cable de la agencia estatal de noticias Télam desparramó sus palabras y enseguida estuvo replicada en diarios y portales.
“Manes será la cabeza de la lista del oficialismo en Diputados”, dijo, palabras más, palabras menos, ante un enjambre de reporteros.
El mismo mecanismo, otro cable de la agencia oficial, se pretendió usar ayer para relativizar los dichos del ministro. Dijo que nada estaba confirmado, más allá de las intenciones del neurocirujano de entrar en política. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, puso la cara para la desmentida. “Las listas no están cerradas”, rezó. En términos legales, tiene razón: para eso hay tiempo hasta el 24 de junio, cuando vence el plazo de presentación de las nóminas. Pero el asunto está bastante maduro, como bien dijo Bullrich y admiten en reserva fuentes calificadas del macrismo provincial.
La verdad es que cuando los dichos de Bullrich tomaron amplia trascendencia, al ministro lo retaron de lo lindo. Hubo enojos, sobre todo, en la gobernación bonaerense, donde el jefe de gabinete, Federico Salvai, reviste el cargo transitorio de jefe de campaña en la Provincia.
Es que la confirmación oficial de que Manes será candidato, en todo caso, es un paso que estaba concebido para ser capitalizado, en su debido momento, por María Eugenia Vidal. Manes, de hecho, cumple funciones ad honorem muy cerca de la mandataria. En el vidalismo, como también sucede en la Casa Rosada, son muy celosos del manejo de los tiempos y de la forma de comunicar.
Por otra parte, en el oficialismo creen que es innecesario adelantar ciertos datos electorales antes de que el peronismo bonaerense tenga más o menos encaminadas sus propias definiciones. A saber: si habrá una Primaria Abierta, si Florencio Randazzo se animará a dar pelea, si será Cristina Kirchner la principal candidata o si dejará ese lugar a algún delfín, etc.
Además, la confirmación oficiosa de que Manes jugará como candidato habría acelerado una discusión con la Unión Cívica Radical que, como informó este diario hace algunas semanas, ya se venía insinuando pero que Vidal preferiría patear hasta último momento.
Es que el radicalismo, que acaba de ratificar en la Convención Provincial su pertenencia a Cambiemos como para cerrar fisuras propias, pretende ser muy tenido en cuenta a la hora de la confección de las listas de candidatos. Fuentes del sector aseguran que, de hecho, esa es la “gran prioridad” que se fijó el partido en la etapa previa a los comicios.
Los radicales saben que los dos primeros aspirantes al Senado nacional, lugares que entrarían en caso que el oficialismo triunfe, serán de que el oficialfiguras del PRO. Y pretenden ubicar tres candidatos a diputados nacionales en la primera docena de la lista (son un total de 35 nombres pero se considera que esos doce ingresarán si o si a la Cámara baja).
No es todo: en un petitorio informal ya elevado a Vidal se mencionaría la intención de ubicar a diez postulantes propios en las listas que dirimirán los cargos legislativos provinciales de las ocho secciones electorales (algunas eligen senadores y otras diputados). En rigor, abundan las fuentes, consiguiendo un candidato radical por cada sección electoral en lugares “a salir” –o sea, ocho en total- se darían por hechos.
El problema con Manes es que la UCR orgánica no lo cuenta como propio, más allá de la cercanía del médico con el ideario partidario. Y por eso no quiere que el vitalismo lo contabilice entre las tres candidaturas a diputados nacionales que pide el partido.
Para graficarlo: el radicalismo pide “Manes y tres más” y en el PRO, pocos generosos, dicen “Manes y dos más”. A modo de explicación política, los amarillos recuerdan que en las listas también hay que meter, en lugares expectantes, a los representantes de la Coalición Cívica de Elisa Carrió.
A lo que los radicales replican, conocedores de su llegada en el interior provincial, que las estructuras bonaerenses de uno y otro partido “no son comparables”. La discusión por este “poroteo” podrá posponerse un poco, como quieren en la gobernación; pero parece ser inevitable.

COMENTARIOS