Debate por iniciativas para regular la noche

Las iniciativas que plantean incrementar los controles en la venta y en el consumo de alcohol en la Provincia, no sólo en los boliches sino también en bares, restaurantes, casinos y bingos para poner freno a los episodios de violencia en la movida nocturna, ya dividen las opiniones entre las partes involucradas.
Mientras algunos sostienen que el problema no se solucionará con nuevas leyes, otros opinaron que un mayor “rigor en las leyes” desalentaría los desmanes que se producen por el consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
Los anteproyectos de ley en estudio prevén que los locales bailables no podrán dejar ingresar al público después de la 1 y tendrán como horario tope de cierre las 5.30; una hora antes tendrán que suspender la venta de bebidas alcohólicas.
Los bares, restaurantes, cafeterías y salas de juego podrán continuar abiertos después del horario establecido para las discotecas pero sólo para servicio de cafetería. Los comercios del rubro gastronómico no estarán habilitados para vender alcohol antes del mediodía. Además, se estipulan fuertes multas y atención asistencial para quienes se encuentren alcoholizados.
Eric Sandoval trabaja en un comercio gastronómico de La Plata y se mostró a favor de los anteproyectos que están en estudio si es que logran llevarlos a la práctica. “Este es un lugar muy familiar y nunca tuvimos problemas, pero en la calle se ven muchas cosas que tal vez no ocurrirían si hubiera mayores controles”, agregó.
A pocos metros de ese lugar, en un quiosco, la opinión fue diferente y se analizó el problema de la nocturnidad como una cuestión de hábitos, “no creo que una ley cambie nada, hay muchas en vigencia como la prohibición de vender alcohol entre las 23 y las 7 que no todo el mundo cumple; además lo importante sería que se invierta en educación”, dijo Santiago Morales, empleado de ese lugar.
Otros señalaron que aunque muchos quiosqueros se nieguen a vender bebidas alcohólicas en los horarios prohibidos, algunos jóvenes acostumbran a salir de las discotecas con jarras llenas de tragos. “Nosotros cumplimos la ley y cuando dudamos de la edad del que viene a comprar le pedimos el documento, pero en los boliches bailables hacen cualquier cosas y nadie los controla”, opinó el encargado de otro quiosco.