Si bien la mayoría de los municipios consiguió definir las nuevas autoridades de las delegaciones locales del partido a través de una lista de unidad, en otros los dirigentes fracasaron en sus intentos por limar asperezas y se batirán en una interna que amenaza con ser muy desgastante.
En Junín, la dirigencia radical se encolumnó detrás del liderazgo de Carlos Mansur; en Rojas, por su parte, las tres líneas internas que conviven dentro del partido a nivel local, y que lideran, respectivamente, el actual intendente Claudio Rossi, Gustavo Vignali y Leonardo Armellini, lograron acordar una lista única, presidida por el experimentado dirigente Marcelo Patricio Gear; en Chacabuco también hubo unidad y el comité local será presidido por el actual titular de la delegación comunal de PAMI, Tomás Yaber.
Pero en otros municipios, como Bragado, Chivilcoy, Pehuajó o General Villegas, la situación es bien distinta, y algunos casos la disputa se desplazó del terreno electoral al judicial.
En Bragado, tres listas irán por el control del partido: la que encabeza la actual presidenta del comité, Celina Sburlatti; la que lidera el ex intendente Orlando Costa; y la que comanda el ex presidente de la Juventud Radical local, Amadeo Mónaco.
Pero el proceso electoral se vio embarrado por los intentos de parte del oficialismo de impugnar la participación de Costa, por presuntas irregularidades en la presentación de los avales reglamentarios para competir. La controversia llegó incluso a una presentación penal en contra de la Junta Electoral provincial, que finalmente resolvió habilitar al ex jefe comunal, que se perfila como el favorito a vencer en los comicios de mañana.
En Chivilcoy también habrá internas, pero entre dos listas: una de ellas, cercana al sector Pro de Cambiemos, es encabezada por Álvaro García; la otra, más próxima al vicegobernador de la Provincia, Daniel Salvador, lleva al ex precandidato a intendente Luis María Mariano como aspirante a presidir el comité local. La visita de Ricardo Alfonsín a la ciudad, meses atrás, cuando aún no se había consolidado la unidad en el comité provincial, no bastó para evitar la división en el radicalismo chivilcoyano.
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