La Ruta 6 funcionará con peaje

La Ruta 6, un anillo vial de 185 kilómetros que conforma el límite entre el conurbano y el interior bonaerense, será controlada por el Gobierno provincial, que incorporará el cobro de peaje.
María Eugenia Vidal firmó el decreto que determina el traspaso de ese corredor a la órbita de Autopistas de Buenos Aires SA (Aubasa), que hoy administra la autopista La Plata-Buenos Aires.
La Provincia tiene previsto invertir $ 700 millones en obras de mejora del pavimento, la iluminación, la circulación y la seguridad, antes de habilitar las cabinas. “Primero haremos las obras y después empezaremos a cobrar”, dijeron las autoridades del Ministerio de Infraestructura bonaerense.
La autovía constituye el “cuarto anillo” de circunvalación del gran Buenos Aires y conecta 12 distritos: Zárate, Campana, Exaltación de la Cruz, Pilar, Luján, General Rodríguez, Marcos Paz, General Las Heras, Cañuelas, San Vicente, Brandsen y La Plata. Atraviesa zonas urbanas y periurbanas, con tránsito mayoritariamente pesado. La Provincia tendrá la concesión por 27 años, según el decreto.
Por la Ruta 6 circulan casi 50 mil vehículos diarios; más del 60%, flotas de camiones y transporte de carga. Se inauguró en mayo del año pasado, pero ya muestra síntomas de deterioro, sobre todo en el trayecto entre las rutas 7 y 8, en la zona Norte. La inversión será de $ 500 millones para repavimentar, incorporar cámaras de seguridad, colocar al menos tres estaciones de Policía Vial y de control de cargas. Otros $ 200 millones se invertirán en infraestructura para la traza.
Según los técnicos de Aubasa, habría dos cabinas de peaje aunque -aseguran– la tarifa será menor que en otros accesos a la Capital. Los funcionarios de Vidal anunciaron la instalación de monitoreos por cámaras y puestos policiales fijos con patrulleros para controlar la piratería del asfalto en la zona.
El diagnóstico que tienen en Infraestructura sobre la autovía hoy incluye: falta de mantenimiento, iluminación adecuada, inseguridad para los usuarios y carencia de los servicios básicos en toda la traza.
Por eso ya elaboraron un cronograma de obras para los próximos meses: nuevos puntos de conectividad con centros urbanos, mejoras en la señalización, repavimentación del tramo entre la ruta 7 y la 8, colocación de balanzas para camiones, sistema de balanzas dinámicas, espacios verdes y ensanchamiento en zonas cercanas a las cabinas. Y hay contactos con Gendarmería para garantizar presencia en el trayecto.