La definición generó una durísima reacción de ATE, que planteó que si los funcionarios "no saben gobernar", deberían dejar sus cargos en el Ejecutivo provincial.
La postura de la Provincia, en tono de pedido, la lanzó el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, quien afirmó que "los empleados públicos que gozan de estabilidad tienen que entender que quizá este año no se pueda recomponer el salario" y agregó que "sí se pueden mantener los niveles de poder adquisitivo, que es lo que nosotros hemos ofrecido".
De este modo, el funcionario dejó en claro que la Provincia otorgará un aumento de sueldos, pero ese incremento no será superior a la inflación de este año, prevista en un 8 por ciento. Una política salarial que, por la crisis mundial que obliga a tomar medidas a nivel local, se diferencia sustancialmente de la que llevó adelante la gestión sciolista durante el 2008, en la que los ingresos de los estatales registraron una suba del 40 por ciento.
En la antesala de la reunión de paritarias que el gobierno provincial mantendrá con los sindicatos que representan a los empleados públicos -tras la suspensión de la semana pasada, el encuentro se realizará esta tarde-, Pérez pidió "responsabilidad" a los dirigentes gremiales y sostuvo que deben "entender que este no es un año normal para la Argentina, para el mundo y para la Provincia".
El funcionario de Scioli precisó que será "un año con mucha crisis, con mucha pérdida de empleo privado en todo el mundo, que seguramente también va a golpear en la Argentina".
OTRO FRENTE DE CONFLICTO
Estatales a paritarias, en tensión con el gobierno
El gobierno bonaerense recibirá esta tarde a los gremios estatales para tratar de avanzar en la búsqueda de un acuerdo salarial, pero ya advirtió que durante este año "quizá no se pueda recomponer" el sueldo de los empleados públicos.
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