MINISTERIO DE SALUD BONAERENSE

La prevención para mejorar la salud cardíaca de la población

El informe del área de Salud bonaerense, acerca de que uno de cada cuatro turistas controlados este verano es hipertenso y que la mayoría de ellos desconocía su condición, constituye otro llamado de atención sobre la divulgación de las enfermedades cardiovasculares en nuestro país y, a la vez, ofrece conclusiones de sumo interés referidas básicamente a la importancia de la prevención de este mal, que es principal causa de muerte en la Argentina y el mundo.

Los datos arriba mencionados se obtuvieron de las tareas de control de presión desarrolladas por personal médico en las postas sanitarias en la costa atlántica. Allí surgió que la cuarta parte de los diez mil turistas revisados registraba hipertensión arterial durante el momento de la consulta.
De acuerdo a lo informado en la nota publicada en este diario, el desconocimiento de su situación es común en la mayor parte de los hipertensos. Según estudios nacionales y provinciales que corroboran esa afirmación, uno de cada tres adultos padece hipertensión pero sólo la mitad de los afectados lo sabe, ya que la enfermedad no tiene síntomas.
Sobre el particular, fuentes de la cartera sanitaria señalaron que la hipertensión constituye uno de los factores de riesgo más importantes, ya que puede derivar en infarto de miocardio, angina de pecho, accidentes cerebro-vasculares e insuficiencia renal.
Los expertos explican que en nuestro país es la causante del 30 por ciento de la mortalidad, estimándose que cada cinco minutos muere una persona a causa de este tipo de enfermedades. En ese contexto adquieren singular relieve las recomendaciones formuladas por los especialistas, que aconsejan adherir a formas de vida saludable, así como al control y manejo de los factores de riesgo.
En tal sentido, recordaron que caminar de media a una hora diaria a ritmo sostenido, de modo que haya un registro de liberación de calor; incorporar a la dieta frutas y verduras o evitar el hábito de fumar constituyen los primeros e imprescindibles pasos para cuidar la salud del corazón.
En lo que hace a la actividad física, aconsejaron la realización de actividades aeróbicas, controlándose los factores de riesgo después de los 40 años de edad y especialmente aquellas personas que tengan antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.
No quedan dudas acerca de que una vida activa y sana produce efectos beneficiosos y que, consiguientemente, los riesgos de sufrir un infarto disminuyen, en mejoras que sólo alcanzan a quienes practican estas ejercitaciones referidas a la permanente atención de los factores de riesgo, no importa la edad ni cuándo haya comenzado.
En tal sentido, sería trascendente que las autoridades sanitarias, incluso con el concurso del sistema educativo, lograran inculcar en la población una acendrada cultura preventiva. Es razonable, entonces, reclamar la mayor difusión posible de estos principios, mediante vigorosas campañas sanitarias que el Estado debería promover, para que la comunidad tome conciencia de que debe y puede mejorar su salud cardíaca.

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