MODIFICAN EL CODIGO DE FALTAS PROVINCIAL

Aprueban una ley que favorece a los travestis

La homosexualidad ya no será considerada una práctica «viciosa» y los travestis no podrán ser sancionados por salir a la calle con ropa de mujer, según establece una ley que fue sancionada ayer para modificar el Código de Faltas bonaerense.

Las modificaciones son meramente simbólicas, ya que en la práctica ninguna persona es llevada en la actualidad a una comisaría por ser homosexual o por travestirse, salvo que ejerzan la prostitución en la vía pública. Pero apuntan, precisamente, a instalar un debate más profundo para que quienes ofrezcan sexo por dinero en la vía pública no sean demorados por la policía. El Código de Faltas bonaerense sanciona por «viciosas» las prácticas homosexuales y dispone medidas similares para quienes en la vida diaria se vistan como personas del sexo contrario, impidiendo de ese modo el travestismo en la vía pública. Y prevé la aplicación de una multa de entre el 20 y el 60 por ciento del sueldo de Agente del Agrupamiento Comando de la Policía provincial. La ley sancionada ayer por el Senado -que recién entrará en vigencia una vez que sea promulgada- elimina estas consideraciones porque, según se afirma en los fundamentos del proyecto, «este encuadramiento prejuzga que las personas que eligen un rol de género diferente al asignado mayo-ritariamente, lo hacen con propósito de engaño o lucro, y no como una manifestación de su personalidad». En los fundamentos también se sostiene que «parece evidente que en los 35 años que median entre la promulgación del Código de Faltas y nuestros días los usos y costumbres de nuestra sociedad han evolucionado de modo tal que permite suponer al menos una mayor tolerancia hacia las elecciones personales de rol de género».

Inconstitucional

El proyecto de ley fue impulsado por el diputado de la Coalición Cívica, Sebastián Cinquerrui, quien explicó que la sanción de las prácticas homosexuales por «viciosas» es «una clara violación constitucional», ya que «permite perseguir a las personas por el ejercicio de su sexualidad». Cinquerrui afirmó que «lejos de ser un `vicio’, la homosexualidad es una elección de las personas en el ejercicio de su libre albedrío y el señorío sobre su persona que les garantiza la Constitución y que forman parte de los más elementales principios democráticos». Por otra parte, remarcó que la sanción que prevé el Código de Faltas para quien «en la vida diaria se vista y haga pasar como persona de sexo contrario» también es inconstitucional, ya que «permite la persecución de los travestis, que eligen para el ejercicio pleno de su sexualidad vestirse con ropas femeninas».
Consideró además que la prohibición de travestirse «implica un acto discr-iminatorio, ya que supone establecer una sanción a una elección privada de las personas que no necesariamente implica la violación de los derechos de otros o la alteración de la paz pública».
Al defender el proyecto -unificado con otro presentado por el bloque de senadores de la Coalición Cívica-, Cinquerrui sostuvo que «es público y notorio que la sociedad acepta la presencia de travestis en los espacios públicos, que estos ocupan destacados lugares en los medios de comunicación y que algunos fueron candidatos a cargos electivos en elecciones recientes en listas aceptadas por la justicia electoral».
Por eso, consideró que las leyes «deben adaptarse a las nuevas realidades sociales» y afirmó que «dentro de esas nuevas realidades sociales están los travestis, que ocupan un lugar dentro de la sociedad que no podemos desconocer ni estigmatizar».
El diputado dijo que la ley debe ser el puntapié inicial para avanzar con el debate sobre la necesidad de eliminar las sanciones para quienes ejercen la prostitución. Afirmó en ese sentido que «la sanción del ejercicio de prostitución en el Código de Faltas es un acto de discriminación que transforma a las víctimas en responsables de su condición de tales».

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