Cuando Néstor Kirchner decidió tejer alianzas con intendentes y dirigentes que provenían del radicalismo imaginó una estructura política plural que sustentara al Gobierno, y que no sólo incluyera al peronismo. Es más, hasta le puso una denominación a ese armado: “La Concertación”. Pocos días después del recambio presidencial que le dio el mando a Cristina Fernández , comenzaron a aparecer las primeras fisuras, que luego se profundizaron por la decisión de Kirchner de encabezar el Partido Justicialista.
Campo y Cobos
El estallido del conflicto con el campo y las críticas desde la Casa Rosada al vicepresidente y líder de los radicales K, Julio Cobos, por su decisión de convocar a los gobernadores para discutir las retenciones móviles, puso a la concertación en un virtual estado de coma. La relación entre Cobos y los K pasa por un momento muy delicado.
Los radicales K más distanciados del oficialismo son, principalmente, aquellos que conducen distritos del interior bonaerense como Mario Meoni –Junín– Mario Barbieri –San Pedro– y Héctor “Cachi” Gutiérrez –Pergamino–. A ellos se les suman casi todos los legisladores provinciales del bloque Concer-tación –la excepción es Roberto Costa–, como así también el jefe del bloque de diputados nacionales, el marplatense Daniel Katz.
Algunas de las críticas también son compartidas por el mandamás de Vicente López, Enrique “Japonés” García, que por el momento opta por el bajo perfil. “El no puede salir a decir determinadas cosas, dado que su distrito es del conurbano y tiene una realidad social distinta a la nuestra”, dijo un jefe comunal del interior, alineado con Cobos.
En tanto, los intendentes de San Isidro y Olavarría, Gustavo Posse y José Eseverri, aún no sacaron los pies del plato y apoyan abiertamente al Gobierno nacional.
“La Concertación está en crisis”, dijo el intendente de San Pedro, el radical K Mario Barbieri. Durante el paro de las entidades agropecuarias Barbieri puso en claro sus diferencias con la política agropecuaria del Gobierno y hasta estuvo presente en un corte de ruta realizado en su distrito y eso le valió algunos problemas con la Justicia.
“La Concertación no está consolidada y hay fisuras que aparecen públicamente. Falta discusión política”, afirmó Barbieri. Y se quejó por “la pejotización del gobierno nacional”, en alusión a la decisión que adoptó Néstor Kirchner de encabezar el PJ. Barbieri afirmó: “Estoy totalmente de acuerdo con el accionar de Cobos”, y agregó: “No entiendo el motivo por el que un grupo de ministros del gobierno nacional tuvo una actitud enojosa con él, cuando Julio está intentando ayudar a la Presidenta”.
El jefe comunal también reconoció que el conflicto agropecuario afectó la relación de los intendentes radicales K con el gobierno bonaerense. “El diálogo quedó sesgado”, reconoció Barbieri.
Meoni y la
“desconcertación”
Una postura similar manifestó el intendente de nuestra ciudad, Mario Meoni, que dijo que “no existe diálogo” entre el Ejecutivo provincial y los radicales K.
“Los justicialistas deben entender que somos un partido político distinto y que tenemos que hacer frente a la gestión cotidiana. Cuando se formó la Concer-tación dijimos que íbamos a manifestar los desacuerdos con todo aquello que consideramos que no es correcto, y lo estamos haciendo”, agregó Meoni.
Y puntualizó: “Aquellos que esperaban que Cobos fuera a ser un vicepresidente sumiso se equivocan. Nadie le puede quitar al vicepresidente la facultad de convocar al diálogo para solucionar los problemas del país”.
UN RADICALISMO MENOS K
La Concertación Plural vive su peor momento
El conflicto con el campo y las críticas a los intentos de Cobos para generar consensos, justifican la caída del sector político.
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