Cansados de los reclamos y la falta de respuestas, los vecinos del barrio San Antonio asistieron a la convocatoria de Democracia y TeleJunín y plantearon crudamente su malestar por las condiciones en las que se encuentra este vecindario actualmente.
“Este es un sector alejado, pero es un barrio en crecimiento y no queremos seguir viviendo como animales”, señala Sergio Cuello, vicepresidente de la sociedad de fomento, quien es el que lleva la voz cantante del reclamo apoyado por un grupo de vecinos y fomentistas.
“No nos van a voltear –continúa Cuello– aunque tengamos que ‘plantar’ a todo el barrio enfrente del Municipio, porque ya nos cansamos de que no nos escuchen. Esto es vergonzoso. No puede ser que no atiendan al presidente de una sociedad de fomento”.
Con todo, la queja de los residentes no sólo apunta a las autoridades del Ejecutivo comunal: “A nadie le importa, nadie ‘baja’ al barrio. Les pedimos a los señores concejales, aunque sea a uno de ellos, que vengan porque somos nosotros los que les pagamos el sueldo. Tienen que caminar los barrios. Todos. Queremos soluciones, no queremos que nos mientan más”.
El barrio
Originalmente, el barrio San Antonio estaba delimitado por la Ruta Nacional Nº 188, la avenida República, Camino del Resero y la calle Comandante Escribano.
Sin embargo, desde que asumió la actual comisión directiva en la sociedad de fomento, el barrio se extendió (por un pedido de las autoridades que aceptaron los fomentistas), y el límite sudoeste ya no es Comandante Escribano, sino que pasó a ser la calle Italia, con lo que se agregaron unas 12 hectáreas más a su ya extensa superficie.
San Antonio, ubicado en el extremo noroeste de la ciudad, es una zona periférica que exhibe un sostenido crecimiento poblacional, que requiere de la incorporación de servicios de infraestructura básicos para satisfacer las necesidades de las 370 familias que actualmente residen en el lugar.
Servicios
La red de agua corriente está presente en todo el barrio, a excepción del último sector anexado, entre Comandante Escribano e Italia. Los fomentistas comentan que mantuvieron reuniones con representantes de Obras Sanitarias, quienes quedaron en ir a hacer un relevamiento para concretar ese trabajo.
En cuanto a las cloacas, su instalación fue un reclamo histórico de este vecindario, que empezó a verse reflejado hace poco más de un año, cuando el tendido de la red llegó a este sector.
Sin embargo, la obra quedó inconclusa. “Nos quedamos en el tiempo –señala Cuello–, comenzamos en octubre con las cámaras y a continuación, entre enero y febrero, se iba a hacer la última etapa de extensión de la red de cloacas. Eso no ha ocurrido, se hicieron cuatro o cinco cámaras y quedamos parados”.
Hoy, aproximadamente un 70% del barrio tiene cloacas. Según dicen, en el 30% restante, “los pozos no aguantan más”.
Asimismo, la red de gas natural no llega hasta esta zona y los vecinos del lugar consideran imprescindible la extensión de este servicio, como explica Cuello: “En una oportunidad nos citaron a todos los fomentistas, se anunciaron los 15 barrios que se iban a hacer en una primera etapa, y nosotros quedamos afuera de eso; preguntamos cuándo le iba a corresponder a San Antonio y nadie del directorio de la empresa Grupo Servicios Junín me supo responder. Seguimos luchando, nos dijeron que íbamos a entrar en una segunda etapa, después nos cambian las cosas porque primero se iba a hacer ‘por mejoras’, por lo que se iba a pagar unos 270 pesos por mes, le explicamos esto a los vecinos, salimos a dar la cara con la gente del barrio y ahora lo quieren hacer por consorcio, algo que le va a salir a la gente alrededor de 700 pesos mensuales, y eso se va a hacer muy complicado porque hay gente que no lo puede pagar. Llegaron a decirnos ‘los que pueden hacerlo, que lo hagan’, pero nunca vamos a hacer eso como integrantes de esta sociedad de fomento: a este barrio entran completo, o no entran, pero que definan la situación de una vez por todas. Es una vergüenza lo que está sucediendo en Junín”.
Otro punto sobre el que los dirigentes barriales ponen el acento, es el alumbrado público y el estado y mantenimiento de postes y cables. De acuerdo a su relato, “los postes de las luminarias colgantes se vencieron y los camiones que entran al barrio, que son muchos, les pegan y los están arrancando”. Y ejemplifican: “Hay un palo que está enfrente del transformador, que está vencido y se está por caer. Hicimos más de diez reclamos, pero en Edén no nos dieron soluciones”.
“Va a pasar una fatalidad, lo venimos anticipando”, advierte Cuello.
En referencia al estado de las calles, la única sobre la que se hizo una obra de base estabilizada es Necochea, que es la que va desde la ruta hasta la sociedad de fomento y la Unidad Sanitaria. “Esa base estabilizada está mal hecha –afirma Cuello– hay que trabajar sobre ella. El otro día, la presidenta de la sociedad de fomento hizo un reclamo en un medio de comunicación, y al otro día vinieron a arreglarla. Pero el problema de las calles está en todo el barrio, en general. No queremos decidir nosotros cuál tiene que tener mejorado y cordón cuneta y cuál no, que vengan y analicen ellos, que son los que saben, cuáles son las calles que lo necesitan con mayor urgencia”.
Otros temas
Si bien se trata de un barrio que está creciendo notablemente, aún se pueden ver muchos terrenos baldíos con una ostensible falta de mantenimiento, que se convierten en lugares peligrosos por cuestiones de seguridad y de salubridad e higiene.
“El mantenimiento de los lotes también es caótico”, asegura Cuello, para luego añadir: “Llamamos para que hagan multas y se las hacen a personas que fallecieron hace 30 años. Esto lo tienen que tratar los concejales. El tema es que estos señores que no cuidan los lotes, son especuladores que están esperando que pasen las cloacas y el gas para poder venderlos a un precio mucho mayor. Pero si quieren tener un lote, que lo mantengan, y si no, que lo vendan”.
En tanto, la peligrosidad de la Ruta Nacional 188 mantiene en alerta a los vecinos del sector, quienes plantean la posibilidad de poner semáforos, pero les respondieron que es imposible porque se trata de una ruta nacional. “Eso no es así –exclama Cuello– porque en la Ruta 8, que también es una ruta nacional, tiene semáforos cada cien metros, entonces no es imposible, lo es cuando no se quieren hacer las cosas. En la Ruta 188 hubo muchas muertes, inclusive de gente del barrio, y sin embargo sigue todo igual. Lo único que se logró, fue la iluminación”.
Finalmente, los residentes de este vecindario no dudan en calificarlo como “tranquilo”, y sostienen que la seguridad “ha mejorado bastante”. Aunque aclaran: “No tenemos el patrullaje diario que deberíamos tener, y pedimos que no se relajen porque queremos prevenir posibles inconvenientes”.
Sociedad de fomento
La entidad barrial tiene una sede con un salón de 200 metros cuadrados cubiertos que cuenta con escenario, dos baños y parrilla.
No obstante, todavía restan hacerle algunas mejoras edilicias, principalmente el cielorraso. Por lo pronto, ya compraron la mitad de los materiales y trabajan para poder adquirir el resto.
En este aspecto, Cuello tienen un reclamo hacia las autoridades comunales: “Acá, al lado, tenemos la Unidad Sanitaria para la cual le cedimos nuestro lote al Municipio, porque si no lo hacíamos, la sacaban del barrio. Aun así, estamos renegando, porque nos prometieron a cambio los materiales para hacer el cielorraso de la sede de la sociedad de fomento. Pero eso lo estamos haciendo nosotros, con nuestro esfuerzo, porque no nos dieron ni una mano. Cuando vamos a reclamar, nos mandan de un lado al otro. Meoni parece el Papa: hay que pedirle 400 entrevistas para ver si una vez te atiende”.
Con todo, prevén que en este año haya nuevos talleres abiertos a la comunidad: uno de manualidades en flores y otro de electricidad. Además, tendrán una maestra que dará apoyo escolar. Los interesados en cualquiera de estas propuestas, ya pueden inscribirse en la sede de la entidad barrial.
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