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SENTENCIA DEL TRIBUNAL ORAL EN LO CRIMINAL Nº1 DE JUNÍN

Condenan a 16, 14 y 13 años de prisión a los asesinos de Luis Alberto Talarita

Las penas fueron aplicadas a Maximiliano Burgio, Gerardo Miranda y Matías Spinosa, respectivamente, al hallarlos culpables del delito de homicidio simple y hurto simple en concurso real a los dos primeros y de particpar en el asesinato al restante.

Aunque su suerte ya parecía echada mucho antes, los tres imputados por el crimen de Luis Alberto Talarita recibieron la notificación oficial de que deberán pasar un largo rato entre rejas.
En el mediodía de ayer, en el sexto piso de Tribunales, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 del Departamento Judicial Junín condenó a Maximiliano Burgio, Gerardo “El mendocino” Miranda y Matías Spinosa a cumplir las penas de 16, 14 y 13 años de prisión, respectivamente.
A los dos primeros, los magistrados les adjudicó la co-autoría de los delitos de homicidio simple y hurto simple en concurso real, mientras que a Spinosa lo excluyeron del segundo de esos dos cargos.
Asimismo, se declaró reincidente a Burgio, que había estado preso cuatro años antes de matar a Talarita –punto que explica la diferencia del castigo en comparación con los recibidos por los otros dos criminales- y se revocó la morigeración de la pena mediante prisión preventiva que en su momento se le había otorgado a Spinosa.
En su veredicto, los jueces Esteban Melilli, Karina Piegari y Miguel Ángel Vilaseca dieron por probado que “entre las 23.30 del 18 de marzo de 2012 y las 02.00 del día siguiente, en el domicilio de Paraguay 429 de esta ciudad, tres personas de sexo masculino -mediante el uso de un elemento contundente y un arma blanca- le provocaron a Luis Alberto Talarita un severo traumatismo cráneo encefálico con fracturas y distintas lesiones cortantes en zona anterior de cuello, tórax y lateral de hemitórax izquierdo, todas de carácter vital y simultáneas que le provocaron un shock hipovolémico, edema de pulmón agudo, que culminó con la muerte de la víctima por un paro cardiorrespiratorio de origen traumático. Luego, los atacantes se apoderaron ilegítimamente de una computadora portátil, dos celulares y un portarretrato”.
 Respecto a la participación de los imputados, se arribó a las siguientes conclusiones:
-Se halló material genético de Burgio en la escena, a lo que se suma que a las pocas horas de acontecido el hecho se produjo la colocación del chip de Burgio en el Imei del celular de Talarita -desapoderado en el contexto del homicidio-, adicionado al registro de llamadas salientes del teléfono de Burgio (Imei de celular sustraído) -inmediatamente posteriores al hecho- que impactan en la antena cercana al lugar habitado por Burgio en ese momento; más el pleno poder de disposición que Burgio ejercía respecto de la notebook sustraída a la víctima en el contexto de la causación de su muerte y en circunstancias de cercanía temporal con el suceso (ofreciéndola para su venta).

-Surgió la existencia de ADN de Miranda en la escena del crimen -en el mismo soporte que el correspondiente al coimputado Burgio-, a lo que debe sumarse la venta de la computadora sustraída a la víctima en el contexto fáctico y temporal de la causación de la muerte, operación en la que ha intervenido activamente Miranda recibiendo “una piedra de faso” a cambio de la misma. Eso permite contextualizar la comunicación que se efectuó del abonado de Talarita en un tiempo concatenado con la data definida de la muerte por la autopsiante.

-Se verificó la presencia de ADN de Spinosa en la escena del crimen, en dos servilletas de papel que se encontraban en el mismo lugar donde se halló otra conteniendo ADN de los co-imputados Burgio y Miranda. Además, se produjo la desaparición del escenario de un portarretrato que contenía una fotografía de Spinosa con Talarita acaecida en el mismo contexto fáctico y temporal de la causación de la muerte, circunstancias que se erigen como válidas para contextualizar la comunicación que se efectúa del abonado de Talarita al de Spinosa en un tiempo concatenado con la data definida de la muerte por la autopsiante.

En la sala de audiencias estuvieron presentes familiares de Miranda, quienes al finalizar la lectura del fallo expresaron su desacuerdo con la resolución de los jueces mediante gritos y llanto.
Por su parte, el fiscal que tuvo a cargo la investigación del asesinato, Javier Ochoaiz-puro, manifestó sentirse satisfecho con las condenas impuestas por el tribunal.

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