Es que el cadáver de un multimillonario entrerriano, quien dejó una herencia de más de 35 millones de dólares, desapareció del féretro que lo guardaba, según revelaron ayer fuentes judiciales.
La desaparición del cuerpo del hacendado José Alberto Reggiar-do, muerto hace 10 años, fue descubierta anoche en la localidad de Victoria –donde se suponía que estaba enterrado– cuando los peritos abrieron el cajón y comprobaron que en su interior no había restos humanos.
Reggiardo fue uno de los estancieros más ricos de Entre Ríos y murió a los 73 años, el 1 de julio de 1998, mientras piloteaba un helicóptero en su estancia El Cerro, 30 kilómetros al norte de Paraná. El descubrimiento se comprobó en momentos en que en los tribunales de Gualeguay se sustancia el juicio por la herencia del hacendado, calculada en más de 35 millones de dólares, que la disputan varios presuntos herederos.
El hombre mantuvo un concubinato con Luisa Arrúa, una empleada doméstica de sus fincas, quien tuvo un hijo que asegura es del estanciero y, por lo tanto, su heredero. También lo hace una maestra de 33 años, que dijo llamarse María Angélica Reggiardo Godoy y haber nacido el 9 de enero de 1975, producto de una relación entre el millonario y Ramona Hilda Godoy.
CADÁVER DESAPARECIDO Y UNA HERENCIA
Cadáver desaparecido y una herencia de U$S 35 millones
Como si se tratara de la trama de una película del género policial, grande fue la sorpresa de los peritos judiciales, cuando hallaron el féretro vacío y sin el cuerpo en su interior.
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