La noche de Chacabuco vivió una jornada totalmente distinta a cualquiera cuando efectivos de Gendarmería Nacional y la Policía Federal procedieron a allanar tres locales bailables de esa ciudad y desalojaron a todos los jóvenes que había en cada uno. El operativo también llegó a la comisaría local y la casa de tres jefes policiales de la bonaerense.
El resultado: el jefe distrital de Chacabuco, comisario inspector Rubén Oscar Benítez, quedó imputado por el delito de exacciones ilegales, junto al titular de la seccional de esa ciudad, Julio Beatrice, y otros tres oficiales.
Los procedimientos se llevaron a cabo por orden de la fiscal Vanina Lisazo, titular de la UFIJ Nº 6 de Junín, quien encabezó las diligencias ordenadas en el marco de una investigación por coimas.
La causa se había iniciado en octubre pasado a partir de la denuncia formulada por el Juez en lo Correccional doctor Jorge Ariel Cóppola, titular del Juzgado Nº 3.
Conjuntamente con instructores del Cuerpo para Apoyo de Investigaciones complejas y otros funcionarios de la Fiscalía General del Departmento Judicial Junín, la Fiscal materializó las órdenes de allanamiento y registro sobre locales nocturnos ubicados sobre Avenida Hipólito Yrigoyen, la comisaría de Chacabuco y los domicilios de tres funcionarios policiales de ese medio.
Para llevar a cabo la tarea, que arrojó el secuestro de numerosa documentación, computadoras y otros elementos de importancia para la investigación en curso, contó con la colaboración de personal de la Delegación Junín de la Policía Federal Argentina y de un grupo enviado por Gendarmería Nacional, con asiento en Campo de Mayo.
Según informaron fuentes judiciales, en consecuencia y en virtud de encontrarse imputados del delito de exacciones ilegales se ha dado cumplimiento con los recaudos previstos por el artículo 60 del Código Procesal Penal respecto del comisario inspector Rubén Oscar Benítez, jefe de la Policía Distrital Chacabuco, el comisario Julio Beatrice, titular de la comisaría de esa ciudad; el teniente 1ro Hernán Rizzo, el oficial principal Sebastián De Titto y el oficial Emanuel Rímolo, también con destino funcional en esa dependencia.
Para lograr la imputación que derivó tras los allanamientos en las mencionadas locaciones, hubo escuchas telefónicas de por medio que aportaron evidencia sobre el accionar ilegal de los policías.
Cabe aclarar, que según trascendió erróneamente en algunos medios, ninguno de los policías quedó detenido, sino que por el momento están imputados en la causa y continúan siendo investigados.
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