BRUTAL CRIMEN EN PLENO CENTRO DE JUNÍN

Nuevas pericias demuestran que fue un hombre quien asesinó a Paola Tomé

El análisis de huellas genéticas tomadas en el negocio Rowena confirmó lo que ya dejaban entrever los primeros estudios realizados por los peritos, situación que agiganta la hipótesis de que un ferviente admirador de la víctima fue el autor del homicidio.

Sin prisa pero sin pausa, la investigación del crimen que tuvo como víctima a Paola Tomé está transformando en certezas algunas de las presunciones que signaron a la causa en estas dos primeras semanas de averiguaciones.
Allegados al caso le dijeron a Democracia que la fiscal Vanina Lisazo recibió el resultado de nuevas pericias que le confirman que el autor material del homicidio fue un hombre, versión que desde las entrañas mismas de la pesquisa vienen sosteniendo casi desde el mismo viernes 16 de enero -cuando la mujer de 38 años fue encontrada por su hermana- y que cobró una notable solidez a fines de la semana pasada.
Los primeros exámenes de huellas genéticas recogidas en el negocio Rowena (de General Paz 45), donde la comerciante fue ultimada, habían provocado que la fiscal se animara a dar cuenta de un fuerte avance en la causa y que desde su entorno revelaran que el apuntado era un hombre, puntualmente un pretendiente de Paola al que ésta había decidido no darle lugar en su vida como amante.
En las últimas horas esa hipótesis se reforzó. Lo que resta ahora es descartar a los individuos que estaban como sospechados (son más de tres, según se supo de manera extraoficial) y seguir sumando indicios para dar con el verdugo.
“Una mujer no fue”, le afirmó a este diario una alta fuente tribunalicia, para luego añadir que el asunto “está muy encaminado, solamente nos falta establecer el nombre y apellido” del asesino.
Para Carlos Torrens, uno de los abogados de la familia de Paola, quien cometió el hecho de sangre es “alguien conocido” de la víctima, por lo que opinó que “el círculo” de posibles autores del salvaje homicidio “se achica” y “las pericias científicas podrían resultar clave”.
Hoy por hoy, las principales pistas que siguen los investigadores apuntan a un hombre que pretendía mantener una relación sentimental con la mujer, propuesta que ella, según se supo, había rechazado cuando le fue manifestada por el supuesto homicida.
Paola había estado casada, pero antes de mudarse desde Buenos Aires a Junín había cortado esa relación y en apariencia no había formado un vínculo estable.
Sin embargo, una amiga íntima le confesó a este diario que Tomé sí había restablecido un vínculo amoroso sólido con un hombre unos años menor que ella, novio al que no había presentado a sus familiares. “Ella era una chica muy pretendida, y si bien estando sola pudo haber tenido alguna relación casual, en el último tiempo se la veía enamorada”, agregó.
Ese testimonio fue sumado a la causa y la fiscal citó a declarar al muchacho que había logrado ganarse el corazón de la comerciante, que en medio del abatimiento no proporcionó detalles de peso. De todas formas, para la fiscal, ese individuo no da con el perfil de un criminal.

Pesimismo social

Más allá del objetivo primordial de esclarecer el hecho, la fiscal Lisazo también afronta el desafío de revertir, o al menos morigerar, el escepticismo que reina entre los juninenses cuando son puestos a expresar su confianza en la Justicia.
Sin ir más lejos, más de ocho de cada diez votantes (el 82.23 por ciento) en la encuesta semanal de Democracia, que se publica en www.diariodemocracia.com, consideraron que el brutal crimen de la comerciante Paola Tomé, de 38 años, “no” será esclarecido por la Justicia, mientras que sólo el 17.77 por ciento se mostró optimista en cuanto a la resolución del caso.
El marcado recelo a la hora de evaluar el salvaje homicidio ocurrido el jueves de la semana pasada en el local “Rowena” de General Paz 45, encuentra asidero en un extenso historial local de crímenes sin resolver, cuya cara más visible resulta el homicidio de Sandra Colo, de 43 años, en el pelotero “Abracadabra” de la calle Alem 388.