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HOMICIDIO EN PLENO CENTRO DE JUNÍN

Los primeros ADN potencian la idea de que a Paola la mató un pretendiente despechado

La fiscal Vanina Lisazo recibió el resultado de los análisis realizados sobre varias huellas recolectadas en el local de General Paz 45, donde fue asesinada la comerciante, pericias que complican a un hombre que está siendo investigado por el homicidio.

Hemos avanzado bastante”. Escueta y con tono convincente, la fiscal Vanina Lisazo respondió de esa manera a la consulta de Democracia sobre el estado de la causa donde se investiga el homicidio de Paola Silvina Tomé, que tenía 38 años y fue asesinada el jueves 16 de enero y hallada el día siguiente por su hermana en el negocio Rowena, de General Paz 45, donde trabajaba.
La encargada de esclarecer el hecho se mantiene firme en su postura de no revelar detalles puntuales que hagan al avance de las averiguaciones, un sigilo hermético cuya misión es evitar que no se filtre información más allá de los propios intervinientes en la pesquisa.
De todos modos, información procedente desde las entrañas mismas del caso permitió descubrir que el optimismo de Lisazo está basado en que le llegaron los primeros resultados de pericias genéticas y que con ellos se reforzó su hipótesis de cabecera, puesto que los análisis complicarían a uno de los hombres que es seguido de cerca por su presunta culpabilidad.
Una fuente policial reveló que el material que ya fue periciado son marcas de piel y restos de pelo recogidos en el comercio donde fue ejecutada Paola. Pero tales elementos no son los únicos recolectados y se esperan más novedades de esa misma especie para el martes o miércoles. Se especula con que de registrarse las novedades que la fiscal y su equipo de trabajo esperan para las próximas 72 horas, a mitad de semana el autor del aberrante delito podría estar ultra cercado por las evidencias.
Lisazo sostiene que hace diez días, minutos antes de las 17 y pocos segundos después de que Paola entrara al local donde vendía ropa, un hombre (por ahora, la presunción de que una mujer haya intervenido está casi descartada) entró al inmueble céntrico, llevó a Paola a una pequeña sala donde ella solía tomar mate o café, la amordazó y le oprimió el cuello con un pañuelo negro hasta asfixiarla.
Y no sólo eso. A medida que pasa el tiempo, más parece convencerse de que el desenlace fue ocasionado por una cuestión pasional.     
Hoy por hoy, las principales pistas que siguen los investigadores apuntan a un hombre que pretendía mantener una relación sentimental con la mujer, propuesta que ella, según se supo, había rechazado cuando le fue manifestada por el supuesto homicida.
Paola había estado casada, pero antes de mudarse desde Buenos Aires a Junín había cortado esa relación y en apariencia no había formado un vínculo estable.
Sin embargo, una amiga íntima le confesó a este diario que Tomé sí había restablecido un vínculo amoroso sólido con un hombre unos años menor que ella, novio al que no había presentado a sus familiares. “Ella era una chica muy pretendida, y si bien estando sola pudo haber tenido alguna relación casual, en el último tiempo se la veía enamorada”, agregó.
Ese testimonio fue sumado a la causa y la fiscal citó a declarar al muchacho que había logrado ganarse el corazón de la comerciante, que en medio del abatimiento no proporcionó detalles de peso. De todas formas, para la fiscal, ese individuo no da con el perfil de un criminal.
“Ella (por Lisazo) cree que se trató de alguien que actuó despechado. No es su única teoría y no descarta nada, pero sí su principal hipótesis”, dijo otro de los funcionarios judiciales consultados.

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