Un recluso asesinó a otro preso, en la Alcaidía Nº 49 de nuestra ciudad

Hugo Daniel Fernández Levatelli, de 25 años, y Ariel Ramón Bazan Floribal, de 35, habían llegado a la Alcaidía Nº 49 de Junín (ya no es tal, sino una cárcel hecha y derecha) con problemas personales de vieja data, iniciados en otra unidad del Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires, donde estaban anteriormente alojados y privados de la libertad.
Los dos sujetos, imputados en distintas causas de "robo agravado", estaban recluídos desde hace algunas semanas en la Alcaidía/Cárcel sita a la vera de la Ruta Nacional 188, y aquí continuaron con sus discusiones y amenazas, casi a diario.
Y ayer cerca de la hora 18, todo terminó muy mal, con Fernández Levatelli, oriundo de Lomas de Zamora, muerto por las lesiones que le ocasionó con una "púa" de fabricación casera, de las que se confecciones en las cárceles, el citado Bazán Floribal, cuyo último domicilio antes de estar "a la sombra" fue en el Partido de Moreno, Oeste del Conourbano bonaerense.
Ayer coincidieron en un sector de la Alcaidía y allí comenzó la pelea que terminó trágicamente, ya que Fernández Levatelli recibió heridas de gravedad por los "puntazos" que su contendor le aplicó con la "púa" por el mismo fabricada.

Falleció en el Hospital Interzonal

Aunque fue conducido de urgencia al sector sanitario del penal y luego derivado prontamente al Hospital Interzonal de Agudos "Dr. Abraham Félix Piñeyro", nada pudo hacerse para salvar la vida del joven de Lomas de Zamora, quien falleció en el ex Regional.
Rápidamente se hizo presente en la Alcaidía el agente fiscal de turno del Departamento Judicial Junín, Dr. Sergio Manuel Terrón (titular de la U.F.I.J. Nº 205), quien junto a sus colaboradores iniciaron las investigaciones, caratulando el hecho como "homicidio".
Ariel Ramón Bazán Floribal habría reconocido ser el autor de las lesiones que experimentó el infortunado muchacho de Moreno y se dispuso la incomunicación del imputado, quien hoy sería conducido a la Fiscalía a cargo de Terrón, para prestar declaración -si así lo desea, ya que puede excusarse- sobre el hecho de sangre de la víspera.