En Chacabuco, asesinaron a un joven en un horno de ladrillos

Un joven de aproximadamente 20 años de edad, de nacionalidad boliviana, supuestamente llamado Robert Flores, fue víctima de un homicidio el sábado a la noche, en una precaria vivienda ubicada en un horno a la altura del km 214 de la ruta 7, propiedad de una familia de la misma nacionalidad de apellido Poquechoque.
Flores se desempeñaba como empleado del mencionado horno y hacía poco tiempo que había llegado a Chacabuco, habiéndose antes desempeñado en las fuerzas armadas de su país.
El joven fue visto por última vez con vida a las 20.30 de ayer. Cenaba habitualmente en la vivienda de los propietarios del horno. Cerca de las 22, llamó la atención que no se hiciera presente como todos los días, por lo que se fue en su búsqueda encontrándoselo ya sin vida, presentando su cuerpo dos orificios de bala -sería de calibre 22-, uno en la muñeca izquierda y otro en el pecho.
El rancho en el que la víctima vivía -aparentemente solo- se encuentra a unos 400 metros de la ruta 7.
Integrantes de la familia propietaria del horno mostraban en la medianoche del sàbado en la seccional chacabuquense todo su dolor pues para ellos más que un empleado Robert era un amigo. No encontraron explicación al asesinato, sospechando que se podría tratar de un intento de robo como también de una venganza de parte de quienes envidiaban su gran capacidad de trabajo en el corte de ladrillos.
El sábado, tras conocerse la noticia del episodio, se hicieron presentes la ayudante fiscal Sandra Di Paolo y también lo hizo el fiscal general interino y a cargo de la UFI 3 del Departamento Judicial Junín, doctor Carlos Colimedaglia, como así también efectivos de la Policía Científica de nuestra ciudad.