Soledad, la hermana de Sandra Colo, expresó su dolor y el de la familia a través de un volante que ella misma se encargó de distribuir en las distintas calles de la ciudad. “Mientras el o los asesinos siguen sueltos, nosotros esperamos que la Justicia nos dé una respuesta. No se olviden Sandra”, reza el texto del folleto en cuestión. “Sandra no tenía enemigos como para sospechar que a raíz de una mala relación alguien podría haber actuado de la manera salvaje que lo hizo. Si supiéramos que ella había tenido un problema con tal o cual individuo, estate seguro que le hubiésemos apuntado a esa persona, pero ella no tenía conflicto con nadie”, señaló Soledad. Por su parte, Juan Colo recordó que “para mí era un ser especial. A pesar que todos me adoran y me quieren, yo para ella era intocable. Capaz que discutía y peleaba con ellas (por María Luisa y Soledad) pero conmigo y con el hermano, nunca. Era la mayor, era dueña y señora de la casa y tenía un genio especial: de buena te daba lo que querías, el corazón si era necesario; pero de mala no le sacabas nada. Estaba siempre dispuesta y al servicio de alguien, con lo poco que ganaba ella estaba siempre feliz”.
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