Poco después de las 8 de la mañana de ayer, cuando la sensación términa en Junín rondada los diez grados bajo cero, Juan Carlos Pereyra (68 años) abandonó su casa de calle Sargento Cabral 552 para dirigirse al trabajo.
Pero solo pudo caminar pocos metros, ya que en inmediaciones de la esquina de Sargento Cabral y Arquímedes sufrió una crisis cardíaca que le provocó la muerte de manera casi instantánea.
Pese a ser asistido por personas que a esa hora circulaban por el lugar, nada pudo hacerse por salvarle la vida y el médico forense que tomó cartas en el hecho dictaminó que la muerte sobrevino por un infarto masivo, que provocó un "paro cardiorespiratorio no traumático" letal.
Pocos minutos después del deceso de Pereyra, mientras se esperaba que efectivos policiales y personal de la Policía Científica Departamental dispusieran el traslado del cuerpo sin vida del sexagenario a la morgue, llegó al lugar un hermano del occiso, quien lo identificó en medio del dolor por la pérdida del ser querido. En la Comisaría Junín Primera se realizaron las actuaciones de rigor en estos casos.
Se quitó la vida
En tanto, en una vivienda de calle Paso al 1500, puso fin a sus días Alberto Raúl Ainsimburo, de 55 años, apodado "Negro" por familiares y allegados.
Utilizó una escopeta, con la cual se descerrajó un disparo en la boca, por causas que no trascendieron.
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