Ayer a la madrugada se conoció la noticia del fallecimiento de Cristian Rodríguez, el hombre de 35 años que había sido baleado en las inmediaciones de la Escuela Nº 8, durante la tarde-noche del domingo 6 de octubre, luego de intentar recuperar un teléfono celular que le habían robado a una mujer que conocía.
Desde su ingreso al Hospital San José, su cuadro siempre fue delicado debido a que el disparo que recibió afectó a órganos vitales. El principal acusado del hecho, Jonatan Picapietra, se entregó el pasado 10 de octubre luego de permanecer cuatro días prófugo.
Previo a la noticia del fallecimiento de Rodríguez, el fiscal que atiende la causa, Fernando D'Elio, había imputado al acusado por los delitos de robo agravado por el empleo de arma blanca, lesiones y homicidio en tentativa.
El hecho se originó luego de que un grupo de más de tres personas le robaron el teléfono celular a una mujer en un kiosco. Allegados a la víctima, entre los que se encontraba Rodríguez, se enteraron del robo y emprendieron la búsqueda de los responsables para recuperar el dispositivo.
Ambos grupos se encontraron en calle Avenida Monseñor Scalabrini Ortiz, cerca de la Escuela Nº 8, y uno de los hombres que había participado del robo sacó un arma de fuego y comenzó a amenazar al resto.
En ese momento se originó una persecución a pie y el sujeto armado disparó e hirió a dos personas, una de ellas era su primo, para luego ingresar a una vivienda. Rodríguez, quien intentaba recuperar el teléfono robado, enfrentó al sujeto armado y en medio de la persecución que se produjo en el pasillo externo recibió un disparo que le entró por la pierna y llegó al intestino.
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