Cuello y la madre del niño estuvieron frente a frente en una audiencia

La audiencia para sustentar el pedido de procesamiento de Adalberto Cuello por el crimen del niño Tomás Santillán se celebró esta tarde en los tribunales de Junín, donde estuvieron frente a frente el acusado y la madre de la víctima.
Ahora, el juez de la causa, José Luccini, tendrá cinco días para hacer lugar o no al pedido del fiscal del caso, Javier Ochoaizpuro, para que se procese a Cuello con la prisión preventiva formulado el pasado viernes.
Durante el trámite, que se prolongó por algo de más de una hora, el fiscal Javier Ochoaizpuro expuso las pruebas que lo llevaron a pedir el procesamiento de Cuello el viernes pasado.   
En tanto, el abogado del detenido solicitó su liberación por entender que le correspondía la "falta de mérito", y además reclamó el procesamiento de la madre de Tomás por "falso testimonio".    
Carlos Torrens, abogado de la madre de Tomás afirmó que las alternativas de la audiencia fueron "excelentes" en relación a los expectativas tanto de la parte que representa como de la fiscalía, ya que a su parecer, "se pudieron presentar las pruebas que incriminan a Cuello y ahora el juez tendrá cinco días para decidir".
El letrado contó en declaraciones a la prensa que su representada no habló durante la audiencia sino a través de su patrocinante, y "se limitó a observar todo y se quebró cuando terminó".
Torrens advirtió que "no se trata de un crimen común como una pelea y algo de ocasión", sino de uno que "afecta a toda la sociedad".
Por su parte, Hugo Icazati aseguró que "no hay ningún indicio firme que vincule a Cuello con el caso", por lo que solicitó que se le dicte la falta de mérito.
También pidió el procesamiento de Santillán, ex pareja de Cuello, por falso testimonio "ya que sostuvo algo en su primera declaración y otra cosa en la segunda, porque dijo haber sido presionada por mi cliente, cuando no se probó que haya sido contactada por éste".  
Tomás Santillán fue asesinado el pasado 15 de noviembre en un descampado luego de ser interceptado en el momento en el que se dirigía a su casa al salir de la escuela.