Durante una audiencia de formalización que se realizó esta mañana en los tribunales de esa ciudad pampeana, el juez de Control Diego Ambrogetti dispuso la prisión preventiva del acusado, requerida por el fiscal de la causa Alejandro Gilardenghi y que no fue objetada por el defensor oficial Walter Vaccaro.
El fiscal acusó a Tomaselli (26) del homicidio calificado por el vínculo de su esposa Carla Figueroa (18) y solicitó su prisión preventiva atento a que el delito prevé una pena de prisión perpetua y que el acusado podría intentar huir o entorpecer la investigación judicial de quedar en libertad.
Además, pidió a la Justicia que se dispongan estudios psiquiátricos y análisis comparativos de ADN entre las manchas de sangre encontradas en las ropas del acusado y las sábanas de la habitación donde Figueroa fue atacada de 11 puñaladas la madrugada del pasado sábado.
También requirió un análisis de las comunicaciones de un teléfono celular que era de uso común de la víctima y el acusado.
Por su parte, el defensor oficial, al momento de tomar la palabra, coincidió con el fiscal en que estaba de acuerdo en mantener en prisión preventiva al acusado y pidió que los estudios psiquiátricos a Tomaselli se hagan de manera "urgente", ya que quiere saber si pudo haber actuado bajo un estado de emoción violenta.
El juez Ambrogetti aceptó las medidas requeridas y dispuso la prisión preventiva del acusado, quien en un momento levantó la mano en señal de querer decir unas palabras, aunque el juez no se lo permitió.
Es que ayer, al momento de ser citado a indagatoria, el acusado se negó a declarar ante el fiscal, por lo que deberá solicitar una ampliación de la diligencia cuando quiera hacerlo.
Tras la audiencia de formalización, Tomaselli debió ser sacado de los tribunales por el subsuelo por protección, debido a que en la calle había un grupo de familiares de Figueroa que esperaba su salida con intenciones de agredirlo.
El fiscal Gilardenghi explicó a la prensa tras la audiencia que los estudios psicológicos y psiquiátricos que deben realizarse al acusado "van a resultar necesarios para determinar el estado mental actual y el estado mental que tuvo al momento del hecho".
Para el representante del ministerio público hay pruebas "muy fuertes" que vinculan al detenido con el crimen, ya que "cuando arriba el personal policial al lugar (Tomaselli) estaba con sus manos manchadas con sangre y con su vestimenta también con sangre".
El crimen de Figueroa fue cometido la madrugada del sábado 10 de este mes, seis días después de que Tomaselli saliera de la prisión donde estuvo detenido ocho meses acusado de violar a la joven.
El ataque sexual había sido denunciado por la propia Figueroa en abril último, luego de que la joven asegurara que el padre de su hijo la había violado en un descampado bajo amenazas con un cuchillo.
Tomaselli fue preso y durante su encierro, la mujer lo fue a visitar y a llevarle comida, hasta que en octubre último se casaron.
El abogado del acusado pidió entonces la liberación de su asistido por "avenimiento", ya que la mujer supuestamente lo había perdonado y ambos planeaban reiniciar una vida junto a su hijo.
Por mayoría, los jueces del Tribunal de Impugnación Penal de La Pampa accedieron al pedido y el hombre salió de prisión seis días antes del asesinato.
La decisión judicial fue repudiada desde todos los sectores de la comunidad, ya que al parecer la víctima no tenía apoyo de ningún tipo, estaba sola, dependía emocional y económicamente de Tomaselli, a quien temía, y había vivido una historia trágica en su infancia, cuando su padre asesinó a su madre cuando ella tenía sólo ocho meses, contaron fuentes de la pesquisa.
El fiscal acusó a Tomaselli (26) del homicidio calificado por el vínculo de su esposa Carla Figueroa (18) y solicitó su prisión preventiva atento a que el delito prevé una pena de prisión perpetua y que el acusado podría intentar huir o entorpecer la investigación judicial de quedar en libertad.
Además, pidió a la Justicia que se dispongan estudios psiquiátricos y análisis comparativos de ADN entre las manchas de sangre encontradas en las ropas del acusado y las sábanas de la habitación donde Figueroa fue atacada de 11 puñaladas la madrugada del pasado sábado.
También requirió un análisis de las comunicaciones de un teléfono celular que era de uso común de la víctima y el acusado.
Por su parte, el defensor oficial, al momento de tomar la palabra, coincidió con el fiscal en que estaba de acuerdo en mantener en prisión preventiva al acusado y pidió que los estudios psiquiátricos a Tomaselli se hagan de manera "urgente", ya que quiere saber si pudo haber actuado bajo un estado de emoción violenta.
El juez Ambrogetti aceptó las medidas requeridas y dispuso la prisión preventiva del acusado, quien en un momento levantó la mano en señal de querer decir unas palabras, aunque el juez no se lo permitió.
Es que ayer, al momento de ser citado a indagatoria, el acusado se negó a declarar ante el fiscal, por lo que deberá solicitar una ampliación de la diligencia cuando quiera hacerlo.
Tras la audiencia de formalización, Tomaselli debió ser sacado de los tribunales por el subsuelo por protección, debido a que en la calle había un grupo de familiares de Figueroa que esperaba su salida con intenciones de agredirlo.
El fiscal Gilardenghi explicó a la prensa tras la audiencia que los estudios psicológicos y psiquiátricos que deben realizarse al acusado "van a resultar necesarios para determinar el estado mental actual y el estado mental que tuvo al momento del hecho".
Para el representante del ministerio público hay pruebas "muy fuertes" que vinculan al detenido con el crimen, ya que "cuando arriba el personal policial al lugar (Tomaselli) estaba con sus manos manchadas con sangre y con su vestimenta también con sangre".
El crimen de Figueroa fue cometido la madrugada del sábado 10 de este mes, seis días después de que Tomaselli saliera de la prisión donde estuvo detenido ocho meses acusado de violar a la joven.
El ataque sexual había sido denunciado por la propia Figueroa en abril último, luego de que la joven asegurara que el padre de su hijo la había violado en un descampado bajo amenazas con un cuchillo.
Tomaselli fue preso y durante su encierro, la mujer lo fue a visitar y a llevarle comida, hasta que en octubre último se casaron.
El abogado del acusado pidió entonces la liberación de su asistido por "avenimiento", ya que la mujer supuestamente lo había perdonado y ambos planeaban reiniciar una vida junto a su hijo.
Por mayoría, los jueces del Tribunal de Impugnación Penal de La Pampa accedieron al pedido y el hombre salió de prisión seis días antes del asesinato.
La decisión judicial fue repudiada desde todos los sectores de la comunidad, ya que al parecer la víctima no tenía apoyo de ningún tipo, estaba sola, dependía emocional y económicamente de Tomaselli, a quien temía, y había vivido una historia trágica en su infancia, cuando su padre asesinó a su madre cuando ella tenía sólo ocho meses, contaron fuentes de la pesquisa.
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