Cuádruple crimen: defensor descalificó al principal testigo

El abogado de Eduardo Martínez, el único detenido por el cuádruple crimen de La Plata, intentó hoy relativizar el testimonio de un remisero que lo incriminó.

El abogado de Eduardo Martínez, el único detenido por el cuádruple crimen de La Plata, intentó hoy relativizar el testimonio de un remisero que lo incriminó, a quien sindicó como posible involucrado, y dijo que su cliente está "shockeado" por lo que ocurrió.
"No es la primera vez que un remisero o un taxista se convierte en la estrella", sostuvo el letrado Julio Beley, quien aseguró que el testigo no reconoció a Martínez en el lugar del hecho.
Según Beley, Martínez estuvo en horas del mediodía del sábado pasado en la casa de su novia, Bárbara Santos, salvajemente asesinada poco después junto a su madre, su hija y una amiga en una vivienda del barrio platense de La Loma.
En las próximas horas, el remisero que dijo haber visto a Martínez en la casa en la que ocurrieron los crímenes cuando llevó hasta allí a una de las víctimas, Marisol Ferreyra, podría ser convocado a una rueda de reconocimiento, según dejaron trascender fuentes judiciales.
En cuanto a la declaración que realizó Martínez ante el fiscal Alvaro Garganta, que entiende en el caso, Beley sostuvo que su cliente aseguró que se encontraba "durmiendo" en el momento en que se produjeron los crímenes, por lo que no cuenta con ninguna "coartada".
"Lo que mi cliente dijo, que es la verdad, (es): ´Estuve en mi casa durmiendo, le mandé mensajes a Barbie (su novia Bárbara Santos, una de las víctimas), me dijo que se iba a bañar y después me llamaba, no me contestó más y me quedé durmiendo´", sostuvo el abogado en declaraciones reproducidas por el sitio on line del diario El día.
Bealey dijo que su cliente se encuentra "shockeado" y sin comprender lo que le pasa.
También explicó alguna de sus marcas en los brazos en una extracción de sangre y en su contacto con la perra de su propiedad, la cual describió como "bastante juguetona".
El abogado recordó que su cliente no tiene antecedentes violentos y recordó en cambio el autocontrol que practican los cultores de artes marciales, como Martínez, que es cinturón negro de karate.
El testimonio considerado clave por los investigadores del caso es el de Marcelo, un remisero de confianza para Marisol Pereyra, quien en la medianoche del sábado decidió ir a ver a sus dos amigas, después de varios años de no visitarlas.
El hombre dijo que a la mujer la atendió un hombre con las características de Martínez, quien poco después se acercó al auto para avisarle que su pasajera se iba a quedar en la casa e iba a llamar a otro auto.
El chofer, además, sostuvo que encontró manchas de sangre en la parte posterior de la carrocería de su auto, que en principio adjudicó al momento en el que el hombre que se encontraba en la casa, se apoyó en el vehículo.

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