Atacaron a tiros un local gastronomico en el centro de Junín
EN RIVADAVIA Y ARIAS

Atacaron a tiros con arma a gas comprimido un local gastronómico en el centro de Junín

La pizzería Don Manolo se convirtió en refugio de dos menores de 17 años que eran perseguidos por motociclistas (agresores). “Hay una impunidad terrible de los pibes que tiraron desde la moto”, afirmó Darío, el responsable del restaurante.

En la madrugada de este sábado, cerca de la 1, ocurrió un tiroteo con un arma de compresión a gas Co2 -con garrafa-, a metros de la municipalidad de Junín, en Arias y Rivadavia, que por fortuna no pasó a mayores.

El local gastronómico Don Manolo fue baleado (hubo al menos seis disparos), tras convertirse en refugio de dos menores de edad que eran perseguidos por motociclistas (agresores), en pleno centro de la ciudad.

Según informaron, todo comenzó en la esquina del comercio Coppel, donde un grupo de jóvenes, entre ellos las víctimas, se encontraban sentados, cuando los delincuentes, a bordo de una moto, se detuvieron y los apuntaron.

Amenazados por esos desconocidos, los adolescentes huyeron por Arias, ingresando dos de ellos (de 17 años) a la pizzería mencionada, donde se produjo el ataque por parte de los motociclistas que hicieron al menos una cuadra en contramano.

Si bien dos proyectiles impactaron en el vidrio, afortunadamente no hubo que lamentar heridos, mientras que las victimas lograron alertar al personal policial en la zona de la terminal de ómnibus hacia donde se dirigieron a pie.

Los malvivientes fueron captados por las cámaras del Centro de Monitoreo con dirección a la laguna El Carpincho.

Horas más tarde, tras una investigación, se materializaron tres órdenes de allanamientos en la Ciudad, en los cuales fue aprehendido uno de los sospechosos, de 18 años; se incautó el arma a gas comprimido no letal calibre 4,5 marca Shadow y prendas de vestir.

Con intervención de la Fiscalía de turno, se inició una causa por “amenazas calificadas, abuso de armas y daño”.

“Gatillaron con frialdad”

Según señaló el responsable del restaurante, Darío, en la hora del hecho los trabajadores ya habían finalizado la jornada laboral y estaban comiendo en las meses de la vereda. “De pronto un grupo de chicos y chicas pasan corriendo a los gritos y dos ingresan”, sostuvo.

“En ese momento, dos chicos en moto en contramano comenzaron a disparar una ráfaga de tiros. Me quedé congelado y se me cruzaron un montón de cosas, como mis hijas y la gente que viene a consumir, que en ese momento ya no había”, agregó.

“Fue una desgracia con suerte porque pudo  haber pasado una tragedia, ya que, además, las balas eran de un calibre chico porque no lograron atravesar el vidrio blindex. Gatillaron con frialdad y vieron que había gente, pero no les importó”, expresó.

Los jóvenes “se estaban escondiendo de los que venían en moto. Pudo haber sido una tragedia y no fue porque se ve que dispararon con un calibre muy chico y que no le pegó a nadie”, manifestó el gastronómico.

Y aseguró que reaccionó sobre el hecho horas más tarde y destacó que “lo que pasó solo fue material. Estábamos prácticamente en el cierre y los chicos estaban cenando en la vereda. Hacía 20 minutos que no había clientes. Fue una locura”.

“Uno de los empleados, que se quedó dentro del local sentado, tuvo uno de los disparos a la altura de su cabeza”, recordó.

“Hay una impunidad terrible de los pibes que tiraron desde la moto. Gatillaron de manera seguida”, dijo Darío.

“Tiraron sin medir consecuencias a toda velocidad arriba de la moto y pasaron en contramano. Pudo haber sido un desastre y hoy estaríamos hablando de una tragedia”, concluyó.

 

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