“Steurer y Candia Guerrero se aprovecharon de que la víctima los conocía”.
“Steurer y Candia Guerrero se aprovecharon de que la víctima los conocía”.
LA PELUQUERA, DE 59 AÑOS, FUE ASESINADA A PUÑALADAS

Comienza el juicio en Junín por el femicidio de Silvia Pereyra ocurrido en Chacabuco

El debate tendrá lugar a las 10 en la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal 1. Los acusados son Cristian Candia Guerrero, inquilino de la víctima, y Juan Ignacio Steurer. El hecho ocurrió el 19 de enero de 2019 en un domicilio situado en Santiago Roca 79.

El próximo 4 de julio se realizará el juicio por el femicidio de Silvia Pereyra. La peluquera, de 59 años, fue asesinada a puñaladas en enero de 2019 en la localidad de Chacabuco. El debate tendrá lugar a las 10 en la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Junín.

Cabe recordar que el exfiscal Daniel Nicolai había elevado una causa para que los acusados Cristian Candia Guerrero, inquilino de la víctima, y Juan Ignacio Steurer sean juzgados por el delito de "homicidio agravado mediando violencia de género, con el concurso premeditado de dos personas, con alevosía, y por haberse cometido para consumar y procurar la impunidad de otro delito", que prevé prisión perpetua.

Nicolai incluyó el agravante de la "violencia de género" por considerar que Steurer y Candia Guerrero, de nacionalidad paraguaya, se aprovecharon de que la víctima los conocía, que al momento del hecho estaba sola y que eran de una contextura física mucho mayor a la de ella.

El hecho ocurrió el 19 de enero de 2019 en un domicilio situado en Santiago Roca 79, entre Padre Doglia y Avellaneda, en el barrio Ubaldo Martínez, a unas 15 cuadras de la plaza principal de Chacabuco, donde residía la mujer. De acuerdo a los voceros, la peluquera intercambiaba mensajes por WhatsApp con su hija Eliana, de 32 años, hasta que alrededor de las 11 su madre no respondió más. Ante esa situación, la hija se dirigió a la casa y una hora después la encontró tirada en el piso de la cocina, sobre manchas de sangre. Al ver este escenario, la mujer llamó a la Policía, por lo que efectivos de la Comisaría local se trasladaron hasta el lugar y constataron que la peluquera estaba muerta.

Según las fuentes, los médicos que revisaron el cadáver constataron que Pereyra fue atacada con un arma blanca tipo cuchilla con la que le produjeron lesiones de diferente extensión y profundidad. El resultado de la autopsia confirmó que las puñaladas de mayor importancia fueron las localizadas en el lóbulo medio pulmonar con entrada por la espalda, la de veinte centímetros en el cuello y la del tercio superior del hombro derecho. A su vez, los peritos establecieron que ni la puerta de entrada ni las ventanas del inmueble fueron violentadas, por lo que cobró fuerza la hipótesis de que la peluquera conocía a su agresor y le permitió el ingreso.

En ese sentido, los pesquisas determinaron que la peluquera cobraba dinero en efectivo por el alquiler de unos departamentos ubicados en la misma cuadra que su domicilio y que ese podría ser el botín que los asesinos fueron a buscar.

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