Magdalena Espósito Valenti, la madre y Abigail Páez, la pareja
BRONCA DENTRO Y FUERA DE LA CÁRCEL

Reclusas golpearon brutalmente a la madre de Lucio y a su pareja

Están detenidas en San Luis y ahora fueron aisladas. Frente a ese penal habrá hoy una marcha. Y, mañana, protestas en todo el país

La madre de Lucio Dupuy -el nene que fue asesinado con saña en La Pampa- y su pareja fueron golpeadas por otras detenidas y se encuentran aisladas, confirmaron las autoridades del penal donde están recluidas. Magdalena Esposito Valenti (24), la mamá de Lucio, y Abigail Páez (27), la pareja, son las principales sospechosas del atroz crimen y ambas se encuentran alojadas en el Complejo Penitenciario N°1 de San Luis.

El examen forense al cuerpo de Lucio, que se conoció ayer, detectó que el pequeño de 5 años tenía heridas compatibles con un abuso sexual, además de politraumatismos como consecuencia de haber recibido varios golpes de diferente manera y en forma consecutiva.

Según la historia clínica del chico asesinado, fue atendido por traumatismos al menos cinco veces entre diciembre de 2020 y marzo de 2021, pero no existió un seguimiento integral de esos antecedentes y el viernes pasado la violencia que sufría le costó la vida.

Fue el desenlace de un calvario de malos tratos al que, tanto su madre como la pareja de ella, lo sometieron durante al menos dos años.

El último martes la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) de La Pampa solicitó al Ministerio de Salud provincial un informe sobre los ingresos del niño a distintos hospitales y centros de salud de dicha ciudad. Se sabe que el 15 de diciembre de 2020 Lucio entró a la guardia del hospital por “traumatismos de miembro superior” y una “fractura expuesta en dedo de la mano”. Tres días después, un informe del hospital Lucio Molas de Santa Rosa complementa ese diagnóstico: le encontraron una “fractura a nivel de la muñeca y de la mano” y “fracturas en otros huesos del carpo”.

El 22 de enero de 2021 el nene volvió a ser asistido, esta vez en una salita del barrio Río Atuel cerca de donde vivía. Allí se constataron “traumatismos de miembro superior”, además de traumatismo superficiales por “trauma”.

Apenas diez días después regresó al hospital Evita por un “traumatismo/herida de región no especificada del cuerpo”, un diagnóstico poco preciso pero asentado también bajo el protocolo T14-1 que implica “traumatismo/herida de región no especificada del cuerpo”. Esto puede hacer referencia a cortes, heridas, heridas por punción, laceraciones o mordeduras de animales, entre otras según la Clasificación Internacional de Enfermedades. Esto fue el 1° de febrero de 2021. La última consulta médica asentada fue el 23 de marzo, también al Evita por traumatismo. Allí se le diagnosticó “mallet finger”, una deformidad en el dedo que se genera por una fractura ósea de la falange distal. Es decir, las fracturas que presentó Lucio en diciembre nunca fueron tratadas ni tenidas en cuenta por las mujeres que debían cuidarlo. Ese día también se le realizaron varios estudios, entre ellos una radiografía de codo, antebrazo, muñeca, mano y dedos, entre otras zonas del cuerpo.

Ahora, el planteo fiscal apunta a aclarar por qué, con la cantidad de veces que Lucio ingresó a centros de salud con distintas lesiones, algunas graves, no hay registro de denuncias por parte de las autoridades sanitarias intervinientes.

Mientras tanto, la indignación social no cede. En las próximas horas habrá dos movilizaciones en reclamo de justicia, que se harán en la provincia de San Luis.

La primera marcha será hoy las 18 frente a la Unidad 1 del Servicio Penitenciario puntano, donde están presas las acusadas, y la otra será el viernes a las 21, en las plazas de esa provincia, en silencio, con velas y globos blancos. Los organizadores invitan a replicar la protesta en plazas de todo el país.