Secuestran a empresario, su hermano y un vigilador

Dos hermanos empresarios permanecieron ayer cautivos de una banda de seis delincuentes armados que primero secuestró a uno de ellos en la zona de la costanera norte porteña y luego al otro, cuando fue a pagar un rescate al partido bonaerense de San Isidro para que lo liberaran.
Durante el raid, la banda también se llevó cautivo a un vigilador privado que trabaja en el barrio donde vive uno de los empresarios y todos fueron liberados a las 5.30 en la localidad de Vicente López, en el norte del Gran Buenos Aires.
El hecho se inició  cuando el empresario Sergio Mures Blanco (42)  bajó de su Volkswagen Vento para comer algo en un carrito de la costanera, frente al aeroparque Jorge Newbery.
"Estaba frente al aeroparque... baja un pibe, me apunta y ahí ya supe... se me metieron tres en el auto", relató Sergio.
La banda, integrada por seis asaltantes, se dividió en dos: tres delincuentes se fueron en el Vento con Mures Blanco, mientras que los demás los siguieron en un Volkswagen Bora.
La banda llevó al empresario a uno de sus locales comerciales en avenida Las Heras 2994, de Barrio Norte, de donde robó 4.000 pesos y algunos trajes, que cargó en uno de los autos, para proseguir luego la marcha con el empresario cautivo.
Mures Blanco aseguró que lo "pasearon" por todo Buenos Aires y que estuvo secuestrado más de cinco horas. "Recorrí los cien barrios porteños", expresó.
Pasadas las 3.30, los delincuentes decidieron pedir un rescate por la víctima y se comunicaron con uno de sus hermanos, Pablo Mures Blanco (39), socio de Sergio en la empresa.
Los captores le exigieron que juntara dinero para pagar como rescate y que lo llevara al cruce de la Panamericana y Márquez.
Cerca de las 4, Pablo se presentó en el lugar señalado con 2.000 pesos, pero la banda, en vez de liberar a la víctima, decidió también secuestrar a su hermano a bordo de su propio Honda Civic.
Con los dos hermanos cautivos, aunque a bordo de distintos autos, los delincuentes quisieron ir a la casa del menor de ellos, en la localidad bonaerense de Martínez, para obtener más dinero.
Los delincuentes temieron ser atrapados y optaron por huir, aunque antes decidieron también llevarse cautivo a un vigilador privado con el que se toparon en el lugar.  
Fuentes policiales consultadas dijeron que ante el temor de que el vigilador hubiera llegado a alertar del hecho a algún colega, la banda optó por abandonar a todas las víctimas en Panamericana y San Martín, de Vicente López.