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FUE ASESINADO AYER, EN SU CASA QUINTA DEL BARRIO RAMON CARRILLO

No descartan ninguna hipótesis en el homicidio del pediatra Arturo Cobas

Se demoró por el hecho de sangre a dos hermanos y al cierre de esta edición se realizaban ocho allanamientos, en distintos puntos de nuestra ciudad. Fuentes con acceso a la investigación confiaron a DEMOCRACIA que el interior de la vivienda mostraba “un desorden propio de una pelea”.

Ayer a la mañana fue hallado muerto el conocido pediatra juninense Arturo Eduardo Cobas, quien fue asesinado a golpes en su domicilio particular de calle Roque Sáenz Peña 1833, en el barrio periférico Ramón Carrillo.
Cobas, de 56 años de edad, fue encontrado en la vivienda de la quinta en la cual residía, en cuyo patio se halló muerto, asimismo, un perro de raza rottweiler propiedad del profesional.
Personal policial de la Comisaría Junín Segunda había comenzado a investigar el caso al hallarse abandonado, cerca de las 6 de la mañana de ayer, el automóvil del pediatra, una Volskwagen Cross negra, el cual había sido incendiado en la esquina de calles General Paz y Magaldi del barrio FO.NA.VI. de nuestro medio.
Luego de este hallazgo, los efectivos se trasladaron a la quinta del doctor Cobas donde, tras no recibir respuesta desde el interior de la misma y haber divisado al rottweiler asesinado, se decidió acceder violentando una ventana.
Enseguida, los uniformados se encontraron con el cuerpo sin vida del médico, que estaba atado de pies y manos y había sido violentamente golpeado en la cabeza con una llave «Stilson», hallada al lado de su cadáver junto con unos $1.270. Además, en uno de los bolsillos del pantalón el pediatra tenía otros $80, lo que llevó a descartar el robo como móvil del asesinato.

Dos demorados y varias requisas

Rápidamente se dio aviso al fiscal de turno, doctor Angel Quidiello, quien se hizo presente en el lugar junto a sus colaboradores. También arribaron a la quinta los jefes de la Policía Distrital, comisario inspector Marcelo Arigüel, y de la Departamental Junín, comisario mayor Sergio Gil, quienes dieron precisas instrucciones a sus subordinados; al igual que el magistrado actuante y el intendente municipal, Mario Meoni, quien enterado de la noticia, canceló temas de su agenda para hacerse presente en el lugar del hecho.
Personal de la Policía Científica Departamental realizó distintas pericias en la vivienda, trasladándose al cabo de las mismas el cuerpo de Cobas a la morgue, para ser sometido a la autopsia de rigor en estos casos.
En la casa se secuestraron una computadora del profesional y otros elementos que podrían ser importantes para el avance del caso, caratulado como “homicidio simple”.
Minutos más tarde se procedió a conducir a la Segunda a dos hermanos, quienes residen a pocos metros de donde se halló la “Fox” del médico asesinado.
Uno de los demorados, sería muy conocido de la víctima, aunque al cierre de esta edición ninguno de los dos hermanos fue, por el momento, imputado del crimen.
Pasadas las 22.30 de ayer se iniciaron casi una decena de allanamientos simultáneos, en distintos domicilios de la ciudad, en los que se buscaba a un tercer sospechoso y ropa manchada con sangre, con la participación de efectivos de las Comisarías Segunda y Primera, de la Patrulla Rural, Policía Distrital y Departamental, de la D.D.I. y del Grupo de Apoyo Departamental (G.A.D.), requisas ordenadas por el fiscal Angel Quidiello y por el titular del Juzgado de Garantías de turno.

Reconocido profesional

Arturo Eduardo Cobas trabajaba en el Hospital Interzonal General de Agudos “Doctor Abraham Félix Piñeyro”, en los consultorios externos del Sindicato de Choferes de Camiones y Afines y en la Clínica Centro, donde era muy respetado por sus colegas y pacientes.
También integró el cuerpo de profesionales del Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño y el Adolescente, con sede en calle Narbondo 60 y hace un año, había viajado al «Impenetrable» (Chaco), en el marco de una iniciativa solidaria impulsada por jóvenes del Sindicato de Choferes de Camiones y Afines, en el marco de una campaña para llevar alimentos no perecederos y artículos de necesidad para las poblaciones indígenas que viven en la selva.
El médico tenía muchos amigos y era habitual que los recibiera en su casa quinta, en la cual no se halló ayer -al llegar la policía- ninguna puerta o ventana forzada, por lo que es probable que el médico dejara pasar a quien luego lo ultimó.
Hasta las 3 de la mañana, los pesquisas lograron “armar” las actividades que habría realizado Cobas, por lo que se supone que lo mataron más tarde, entre esa hora y las 5 ó 6 de la mañana de ayer.
Los restos del médico son velados en “San Felipe” y serán sepultados hoy a las 9.30 en el cementerio privado Parque Rosedal.

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