Los canes ayudarán en los accesos por rutas.
Los canes ayudarán en los accesos por rutas.
EN LAS RUTAS

Perros adiestrados ayudarán, en los controles de los accesos a Junín, para detectar drogas

Lo confirmó a Democracia, el director de Seguridad municipal, Luis Chami, quien agregó: “Es una metodología que la va implementar Policía Vial y lo va a hacer cada 15 días. Esto es muy importante, ya que da buenos resultados”.

Tras los más de 21 kilos de droga incautada en lo que va del mes, en los accesos a Junín por Policía Vial y DDI, perros adiestrados se sumarán a los operativos para la detección de los estupefacientes.
Lo confirmó a Democracia, el director de Seguridad municipal, Luis Chami, quien agregó: “Es una metodología que va a implementar Policía Vial y la va a utilizar cada 15 días”.
Indicó, también, que “se traen de una delegación del Ministerio que está en La Plata para Junín, donde ayudarán en los controles durante un día o dos”.
“Esto es muy importante, ya que da buenos resultados. La predisposición de traerlos y trabajar con ellos está siempre abierta”, subrayó.

Adiestramiento
Actualmente, en la República Argentina, tanto las Fuerzas Armadas como las de Seguridad cuentan con canes detectores de narcóticos debido al incremento del tráfico de estas sustancias en nuestro país, ya sea como tránsito hacia otros países o para consumo interno.
¿Cómo se entrenan? Los métodos con que se realizan estos entrenamientos en nuestro país, en estos momentos, son de dos tipos, y ambos permiten la detección de las sustancias tanto en personas como en equipajes, en diferentes embalajes utilizados normalmente.
Su eficacia y eficiencia es excelente, aún a pesar de utilizar, los traficantes, distractores de toda índole, como por ejemplo sustancias de muy fuerte aroma (café, perfumes, comida, etc.), olores sexuales de animales y humanos, y de introducir las drogas dentro de lugares insólitos como herrajes, puertas, vísceras de animales, incluidas las de los caninos, en diferentes medios de transporte como autos, aviones, barcos y trenes.
El primero y más aceptado es por medio del juego. Mediante este método el perro literalmente no busca la droga, sino que busca un juguete con el que está acostumbrado a jugar y al que durante el adiestramiento se le adosa el olor de la droga a buscar. A este método se lo llama asociación de olores. A través de él -por un sistema controlado de diferentes juegos-, el perro comienza a utilizar su olfato para encontrar su preciado juguete.
Como recompensa a su esfuerzo tendrá “el juego” alegre y activo con su guía. El animal disfruta de esa manera de su trabajo. Para el entrenamiento, se utilizan sustancias con olores similares a las de las drogas para evitar que el animal se encuentre en contacto con las mismas y pueda sufrir alguna intoxicación.
El segundo método, basado en el condicionamiento operante como el primero, consiste en recompensar el encuentro de las drogas con comida, utilizando, de esta manera, la primordial motivación biológica de todo animal. Esto no quiere decir que si no encuentra droga no come, pues existen una serie de ejercicios destinados a que el animal encuentre las sustancias y, de esta manera, reciba su ración diaria, sin afectar la base de su entrenamiento. Este último método está dejándose de usar ya que el de la motivación por el juego lleva a mejores resultados.
Los perros detectores de narcóticos, son animales de difícil selección, elegidos por su carácter jovial y predisposición al trabajo, descartandose para este entrenamiento a los animales agresivos.

No son drogadictos
Esta creencia es difundida hace tiempo, por personas que nada sabían sobre el adiestramiento de estos perros, sin que nunca tuviera una razón coherente para sustentarse.
Un adicto no puede recibir órdenes y su vida útil es corta e ineficiente luego de haber recibido adiestramiento de meses. Jugar con la adicción del perro en la detección sería un acto de crueldad, pero también una absoluta incoherencia práctica y operativa.
Para reafirmar que la creencia de la adicción de los perros detectores no tiene sustento práctico, revisemos algunos de los síntomas que se manifestarían en el perro frente al consumo de las drogas más habituales y veremos que resultaría imposible que un perro, en estas condiciones, responda a una orden o tarea alguna.

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