GIRSSA asegura que cobra "menos que la Ceamse"

El gerente comercial de la empresa que ganó la licitación del servicio de disposición final de los residuos en Junín y ahora espera la aprobación del Concejo Deliberante local afirmó que es una actividad de riesgo y las ganancias no son tan abultadas.

Eduardo Canosa, gerente comercial de GIRSSA, la empresa que ganó la licitación por la concesión del servicio de disposición final de los residuos en el relleno sanitario de nuestra ciudad, salió al cruce de las críticas de algunos dirigentes de la oposición, que plantearon reparos en cuanto a la “experiencia” de la compañía y a la “inconveniencia” de tercerizar en las actuales condiciones una prestación que deja casi –aseguran- medio millón de pesos mensuales.
En este plano, Canosa afirmó que si bien la basura es “un negocio”, las cifras que maneja la oposición no son reales. “En Junín se producen entre 80 y 90 toneladas de basura diarias”, indica.“De ese total, sólo entre un 20 y un 30 por ciento es material reciclable, que tiene un valor económico”, explica.
Y para llegar a poder recuperar ese porcentaje de residuos, la empresa tiene que hacer antes “una inversión cercana a los dos millones de pesos” en infraestructura, por lo que calculan que “recién a partir del sexto mes” la empresa estará en condiciones de empezar a generar recursos económicos a través del reciclado y la comercialización.
A su vez, el 80% restante –afirma Canosa- debe ser tratado con la tecnología del relleno sanitario (tal como lo establece la ley) y eso “tiene un costo alto”, ya que “hay que construir un nuevo módulo, que lleva una membrana geotextil, de alta resistencia, que impide, justamente, que se filtren al suelo desechos tóxicos.
En este sentido, GIRSSA deberá “sanear todo eso que hoy está a cielo abierto” y sin ningún tipo de control sobre lo que entra y sale del basural, como denunció DEMOCRACIA en ediciones anteriores.
Para Canosa, si bien es cierto que la basura es un negocio, como cualquier otro, no es una industria espectacular. “Si fuese un gran negocio, habría muchas empresas dedicadas al rubro”, señala y agrega que “los costos, la inversión y el riesgo también son elevados”.
Según el gerente, la Ceamse cobra por el servicio de disposición final “$947 más IVA por tonelada, mientras que GIRSSA le cobra al Municipio $900 por tonelada, finales”.

Canon

En efecto, el Municipio deberá pagarle a esta empresa por la concesión del servicio de disposición final un gravamen de $175 mil mensuales, de los cuales alrededor de un 20% volvería a las arcas de la comuna por el recupero.
Este aspecto, con todo, es el que más controversia genera en el campamento opositor, que no termina de comprender por qué la municipalidad debe pagar una tasa tan elevada por un servicio que le dejaría a la empresa altos márgenes de ganancia.
Para Canosa, la oposición “olvida” descontar al medio millón mensual el salario de los 30 empleados, los dos millones de pesos de inversión inicial, los gastos de flete del material reciclado hasta Capital Federal, la vigilancia del predio, el plan de educación medioambiental o la construcción de un nuevo módulo, entre otros gastos.
En esta línea, el administrador adelantó que en un plazo de un año la compañía adquirirá una moderna cinta de mayor capacidad, para separar los residuos más eficientemente.

Puestos de trabajo

Para poder funcionar, la planta contratará –según adelanta Canosa- entre “30 y 40 puestos” de trabajo. ¿Quiénes tendrán prioridad? Todas aquellas personas que hoy “cirujean” en el basural, y son poseedores del “know how” (cómo hacerlo). Claro que de ser contratados, pasarán a ser trabajadores formales, con todas las condiciones de salubridad e higiene, que hoy no tienen, y dejarán de hacer las “quemas” a cielo abierto, que contaminan el ambiente y están prohibidas por ley.

Conciencia “Puestos de trabajo


Pero Canosa afirma que el proyecto está más allá de lo comercial. “Tenemos un plan de educación ambiental, destinado a las escuelas, pero no sólo a estas, también, a empresas, comercios e industrias”. ecológica”

Pero Canosa afirma que el proyecto está más allá de lo comercial. “Tenemos un plan de educación ambiental, destinado a las escuelas, pero no sólo a estas, también, a empresas, comercios e industrias”.
Puntualmente, el proyecto estipula crear conciencia medioambiental a través de charlas y premios a las escuelas. “Las que junten más materiales reciclables (botellas de plástico, tapitas), van a obtener premios”, resalta.
Asimismo, el plan está orientado a generar conciencia sobre los beneficios de la separación en origen. “Se argumentó que ASHIRA no está preparada para trasladar los residuos separadamente, pero este es un plan a largo plazo –la concesión es por diez años-, así que en el próximo pliego se podrá incluir la separación como requisito”, contraatacó. n

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