REFUERZAN LA SEGURIDAD

Tras las usurpaciones, instalan un destacamento móvil en Almirante Brown

Como adelantó Democracia, el municipio de Junín instaló esta mañana una casilla policial en Bozzetti y Almafuerte, luego de que usurpadores tomaran e incendiaran la vivienda de una mujer que vive con sus tres hijas, a quien también agredieron y mantienen amenazada.

Como adelantó Democracia, el municipio de Junín instaló esta mañana un destacamento móvil en Bozzetti y Almafuerte, luego de que usurpadores tomaran e incendiaran la vivienda de una mujer que vive con sus tres hijas, a quien también agredieron y mantienen amenazada.

En este contexto, desde la secretaría de Seguridad, que coordinan Andrés Rosa y Luis Chami, señalaron que tras mantener reuniones con dos sociedades de fomento, en las cuales se analizaron los problemas de inseguridad del sector, se instaló una casilla policial en el barrio Almirante Brown, más precisamente en calle Bozzetti entre Almafuerte y Ameghino.

“Contará con una guardia, de manera permanente, de cuatro efectivos policiales que realizarán recorridas en binomios, y que además tendrán el apoyo del móvil de la zona, el cual realizará recorridas intensivas. De esta manera se sigue trabajando con el plan de seguridad ‘La Policía en tu Barrio’”, afirmó Chami a este diario.

Vivir con miedo

La usurpación, perpetrada por un matrimonio, ocurrió el sábado último. Y si bien fueron desalojados por los agentes del orden, regresaron y no satisfechos con eso incendiaron la vivienda, provocando graves daños en la propiedad que había sido remodelada con mucho esfuerzo por la dueña.

Y unas pocas horas después, los malvivientes ingresaron a la casa lindera, donde vive la víctima con sus tres hijas, en momentos en que se encontraba un patrullero custodiándola.

El hecho ocurrió el domingo por la mañana, cuando Silvia Andrada no se encontraba en el barrio. “Hice la denuncia por robo y amenazas”, afirmó Andrada en diálogo con TeleJunín Noticias.

Y recordó: “Tras el hecho que ocurrió el sábado, decidí pasar la noche en otro lugar con las nenas. Cuando regresé el domingo a la mañana, estando el patrullero en la puerta de mi casa, salieron personas de la vivienda donde yo vivo que entraron por la parte de atrás”.

“Revolvieron un poco mi pieza y les quedó un encendedor arriba de mi mesa. Iban a incendiarla. Se pudieron levantar muy pocas huellas, pero yo vi a uno de ellos”, aseguró.

“Hoy yo estoy sola con las nenas y no puedo salir más de mi casa. Además, corre riesgo mi trabajo, porque no puedo salir a trabajar. Estando el patrullero en la puerta de mi casa, entraron igual. Si no me quedo yo, me la prenden fuego y me quedo sin nada”, apuntó.

“Yo que tengo los papeles de mi casa, que pagué y me costó un montón, no tengo derechos y ellos, que están usurpando y me amenazan, tienen derechos”, se quebró, angustiada y decepcionada por la situación.

“Fui a pedir una restricción, porque pasan por mi casa y me amenazan. No sé cómo va a seguir esto, realmente. El sábado fue un periodista y lo apedrearon”, contó.

“¿No se puede sacar del barrio a esta gente? Si sabemos que todos los problemas del barrio están por estas personas. Al que entró en mi casa me lo crucé en la comisaría cuando fui a hacer la denuncia y te mira desafiante”, cuestionó.

“Me pasaron miles de cosas por la cabeza y una de esas fue irme de mi casa. Pero me pregunto si es justo que me tenga que ir yo y perder todo para liberarles el barrio a ellos”, subrayó.

“Los vecinos tienen miedo”

“Yo estoy sola con las nenas. Yo esa casa la compré como inversión y todavía no la había alquilado porque no estaba en condiciones de hacerlo, ya que además me habían entrado a robar y me rompieron cosas. Es más el daño de lo que te llevan”, dijo la víctima.

“Soy oriunda de Bermúdez, partido de Lincoln y vine a Junín en 2007. Estudié en Buenos Aires, me casé y nos vinimos a Junín donde compramos en 2011 y me robaron miles de veces. Hice muchas denuncias, pero nunca pasó nada”, afirmó.

“Los vecinos del barrio tienen miedo. Ahora me tocó a mí y la gente no denuncia porque la gente tiene miedo. Además hay represalias y hay que estar en ese momento”, confirmó.

“No puede ser que vivamos así y no seamos dueños de nada. Estando yo, la dueña de casa, no pudieron hacer que la desalojen desde un primer momento. El baño estaba hecho a nuevo y lo destrozaron todo”, se lamentó.

“Siempre he laburado y sé que volveré a hacerlo para reacondicionarlo de nuevo. Pero me rompí el lomo un año para hacerlo y vienen estos y en un minuto te rompen todo. No es justo”, subrayó.

“Soy empleada en un empresa de cosméticos, y tengo la suerte que no cumplo horarios y no dejo la casa vacía. Hay días que me toca irme y las nenas se quedan solas que están adaptadas, ya que me divorcié y no tengo a nadie en Junín para que las cuide. Están con miedo porque vieron cuando me pegaron”, relató.

El hecho

Cabe recordar que la familia que usurpó una casa de Silvia, ubicada al costado de su hogar, prendió fuego la vivienda –en la tarde del sábado- cuando fue desalojada. La noche anterior (el viernes), cuando habían tomado posesión, golpearon a la mujer.

El hecho se registró en calle Bozzetti al 280. El viernes por la noche, los primeros en llegar fueron un matrimonio, una mujer mayor y dos menores de edad, y agredieron a la propietaria quien –alertada- se acercó a advertirles que era una vivienda suya, pero no se fueron.

Ya en la mañana del sábado, con más personas que iban llegando al lugar, la víctima se dirigió a la Fiscalía para ponerle fin a este asunto. De esta manera, la pareja recibió una especie de ultimátum para desalojar el lugar y, ante esta situación, prendieron fuego la vivienda para luego marcharse. Bomberos fueron hasta la zona para controlar las llamas.

Cabe remarcar que la damnificada, vive con sus tres hijas –de 10, 12 y 13 años- en la casa de al lado al inmueble en cuestión. Ambas las compró tras años de arduo trabajo. Según informó, los violentos usurpadores no fueron detenidos por lo que ahora tienen custodia policial.

“Lo único que pude lograr es que los  desalojen y al menos tengo una custodia para que no me hagan nada”, declaró a Democracia. Y agregó: “La noche del viernes entró una familia con dos criaturas y una señora. Ellos fueron los que me golpearon. Había un hombre que los llevó en auto, les cargó las cosas y nunca descendió”.

“Esos tres fueron los primeros y cuando fui hacer la denuncia ya eran diez personas. Luego me encerré y al otro día seguían llegando. Yo entré diciendo que la casa era mía mostrándoles todos los papeles y ellos me decían que la casa no era de nadie”, manifestó.

“Desde un primer momento, dijeron que no se podía hacer nada. Llamé a la Municipalidad y me recomendaron que hable con Fiscalía, donde pude hablar con la Secretaria que pudo actuar para poder sacarlos”, reconoció.

 

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