EL DECESO DEL PATRIARCA DE LA COMUNIDAD ZINGARA LOCAL OCURRIO EL 28 DE ENERO DE 2007

El próximo martes empieza el juicio oral por el homicidio del gitano Miguel Coria

Defendido por el Dr. Carlos Torrens, va a ser juzgado Mauricio Santana, de 24 años, quien está en libertad, ya que -en su momento-, la titular del Juzgado de Garantías Nº 2, Dra. Marisa Muñoz Saggese, le dictó la "falta de mérito".

A casi 45 meses del homicidio del que fuera víctima el patriarca de la comunidad gitana de Junín, Miguel Coria, el hecho comenzará a ser ventilado en juicio oral y público el próximo martes 5 de octubre, en los Tribunales del Departamento Judicial local.
Más de cuarenta testigos van a brindar su testimonio ante el tribunal que integran los jueces Miguel Angel Vilaseca, Karina Piegari y Andrés Francisco Ortiz, encargados de juzgar al único imputado del caso, Mauricio Santana, quien permanece en libertad y cuyo abogado defensor es el penalista local, Dr. Carlos Torrens.
Miguel Coria, recordemos, perdió la vida el 28 de enero de 2007, en un hecho que conmovió a la comunidad gitana de nuestra ciudad y que motivó varias marchas de miembros de la familia zíngara y de otras ciudades, quienes vinieron a dar su apoyo a los Coria.
Santana, de 24 años, había sido en principio apresado, ya que la titular del Juzgado de Garantías Nº 2 del foro local, Dra. Marisa Muñoz Saggese, consideró la "falta de mérito" del joven (pedida por su abogado defensor), ya que no habían pruebas suficientes como para imputarle el crimen.
La investigación se orientó después hacia otro sujeto con antecedentes penales, quien habría sido reconocido por el nieto de Coria como uno de los participantes del hecho, pero este individuo (apodado "Cucha") murió posteriormente, tras una pelea familiar, con lo cual sólo Santana siguió vinculado a la causa.

El hecho

Miguel Coria, de 74 años, murió en una clínica privada de nuestro medio, luego que en la madrugada del 28 de enero 2007, tres delincuentes armados y encapu-chados ingresaron a su domicilio de Ramón Her-nández 765.
Allí, el septuagenario estaba descansando junto a su esposa, Olga Castillo, y un nieto de 13 años de edad.
Previo inmovilizar a los integrantes de la familia, los malhechores escaparon tras robar dinero, dólares, una filmadora, una escopeta y alhajas.
Como consecuencia del suceso, Miguel sufrió una descompensación que motivó su traslado a un centro asistencial, donde murió poco después, e inicialmente, el Dr. Ignacio Iúdica fue el abogado de la familia gitana, aunque luego dejó de prestar sus servicios profesionales.

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